Quito, 23 sep, (La Calle).-Hace ocho meses Hilda (nombre real) decidió enviar desde la lejana Canadá unos suntuosos chocolates a unos amigos en Quito, Ecuador.
Juan, uno de esos golosos amigos, agradeció de antemano y esperó durante largos meses esos deliciosos productos.
Nuestro “héroe” por temporadas de ira por la tardanza desmesurada, de decepción y de resignación. Recordó que el gobierno de Lenín Moreno decidió liquidar la empresa, algo que no pudo hacer del todo, pues ese expresidente olvidó que Ecuador forma parte de la Unión Postal Internacional.
Luego de al menos tres visitas al balcón de “Servicios Postales del Ecuador”, empresa que reemplazó a Correos del Ecuador, donde un solo empleado pasa entre montañas de paquetes, respondiendo con evasivas, a todos los clientes, llegó el día en el que Juan recibió un mensaje de Whatsapp que decía así:
“Estimado Cliente, su envío registra en nuestro sistema como No Pagado el valor por concepto (Trámites Operativos), razón por cual solicitamos realizar el proceso de pago”.
La idea era que Juan podría recibir su paquete solo después de pagar por los “servicios operativos” de esta empresa o de cualquier otra contratada, tal como leyó en Radio La Calle, tiempo atrás.
Molesto, profundamente molesto, escribió el siguiente mensaje: “Pueden comerse los chocolates en calma”, luego bloqueó al remitente. Después le escribió a Hilda, su amiga en Canadá, y se disculpó por estar entre “corsarios”, usó esa palabra pues el paquete de chocolates estaba pagado y certificado desde su envío.
De las iras se fue a la tienda y se comió un manicho. Triturando el sucedáneo pensó, ¿cómo estarán miles de personas que esperaban dinero, documentos legales, archivos o libros?, se quedó en silencio y siguió comiendo.