Quito, 4 nov (La Calle).- Dedicada a la música y a la publicidad fue una coincidencia la que llevó a Steph Viteri al kartismo, el cual ahora no puede dejar.
“Desde que empecé no me bajé del kart”, contó la también bajista de “Swing Original Monks”, una exitosa banda de música fusión ecuatoriana, en radio La Calle.
Curiosamente ese vínculo con su otra pasión la hizo arrancar en el karting hace cuatro años en el automovilismo. Antes corrió en otras categorías.
“Coincidió que el niño al que le daba clases de música me invitó a probar karting, el papá me vio y me dijo que tengo condiciones y desde ahí no lo he dejado”, mencionó.
Esa relación con el automovilismo la tiene desde pequeña, dado que su tío Jorge Enríquez compitió en varias pruebas, entre ellas la Vuelta al Ecuador.
Para la fanática de Ayrton Senna y Michael Schumacher existe una “dualidad entre la música y el kartismo y en el que el deporte ganaría”, dijo la deportista, que tiene como objetivo disputar el Mundial de Italia en 2022.
Dentro de ese plan también espera competir en el campeonato nacional 2022, que iniciará en enero. Actualmente es parte del equipo del kartódromo de Pichincha y Cotopaxi.
En una balanza entre el kartismo y la música ganaría el primero
La corredora nacional Steph Viteri considera que en una balanza entre el kartismo y la música ganaría el primero.
“Mi enfoque es la parte deportiva y la música es mi medio de expresión”, sostuvo la piloto, quien se da modos para cumplir con sus “dos pasiones”, pero entre ir a un concierto o correr prefiere estar detrás del volante.