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La crisis en el CPCCS: un espejismo de la institucionalidad |Opinión

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Por: María Isabel Burbano / @rizossalvajes

Quito, 10 feb (La Calle). – La división del Estado apareció en 1789 con la Revolución Francesa. Antes de ello, las naciones europeas concentraban el poder en una sola persona: el rey. ¿Cambió algo con la creación del Estado moderno? Si, pero no del todo varios. En muchos pasajes históricos la democracia tambaleó y llegó la dictadura. También funciones del Estado han sido controladas por entes ajenos a ellas. En algunos países la idea del rey aún existe, aunque con poder mucho menor al de otros siglos.

Así llegamos al siglo XXI, al 9 de febrero de 2022. Los golpes de Estado y las tomas de poder, como si fuesen las botanas en una mesa de bocaditos, no han cesado. En este capítulo, instancias que pertenecen al Ejecutivo se tomaron atribuciones ajenas para derrocar a la presidenta del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS). Organismo creado en 2008 y que iba a representar el poder ciudadano en el Estado.

Podríamos tomarnos un sinnúmero de páginas para explicar la intencionalidad del CPCCS. Los ciudadanos/as se preguntaron durante estos 14 años de existencia si este poder tenía alguna utilidad. La tiene, en efecto, es un poder con capacidad de veeduría, fiscalización, acompañamiento y por supuesto de convocatoria para elegir a las autoridades de control.

Sin embargo, en política no pasa mucho tiempo para que las cosas se mancillen. El CPCCS mantuvo sus actividades sin tantos sobresaltos hasta que llegó el gobierno de Lenín Moreno. En 2018, después de pasar meses denostando este poder y diciendo que fue una argucia de Rafael Correa para controlar Procuraduría, Fiscalía y Contraloría, el Ecuador fue a Consulta Popular y dijo si a un proceso de cambio en el Consejo. Entonces llegó el transitorio con Julio César Trujillo a la cabeza.

Trujillo estuvo siempre en política. Roldós Aguilera decía que era parte de “los patriarcas de la componenda”, un insulto muy bien consolidado, pero insulto al fin. No pensábamos que, en sus últimos años de vida, Trujillo iba a dejar sentadas las bases de una bomba que tardó tres años en explotar. El Transitorio nombró nuevas autoridades. Carlos Pólit a Contraloría, Diana Salazar a Fiscalía, Íñigo Salvador a la Procuraduría. Las actuaciones de los tres funcionarios son material de otra columna.

En 2019 se nombraron a los miembros elegidos por votación popular. La muerte le sobrevino a Trujillo en el último día de funciones, pero las semillas estaban sembradas. El CPCCS siempre fue frágil, pero ahora era como un cristal al que, cualquier movimiento podría trizar. En dos años y cuatro meses de trabajo pasaron tres presidentes. José Tuárez, envuelto en una trama de tráfico de influencias. Christian Cruz, con un carnet de discapacidad sospechoso. Cualquiera pensaría que, con Sofía Almeida, las aguas menguarían. Que equivocados estábamos.

2022 es un año importante. El CPCCS empezaba a armar los concursos para elegir a las autoridades de control. Contralor General, Defensor del Pueblo y miembros del CNE para una renovación parcial. Poderes muy importantes en un Estado, por lo tanto, sometidos al interés de unos cuantos aprovechados.

En enero ya empezaron las quejas. Hernán Ulloa enarboló la bandera y aunque, a primera vista parecía que la presidenta cometió un error. Sin embargo, al explicar que el Ministerio de Economía no había realizado el tema de presupuesto y los montos para el Consejo, uno puede sospechar hacia donde van las huellas. El 9 de febrero, un grupo de policías, ayudaron a Ulloa y compañía a entrar en las instalaciones. El CPCCS estaba sesionando de forma virtual por el aumento de contagios de la COVID-19 ¿A quién rinde cuentas la policía? Al Ministerio de Gobierno. Como burdos delincuentes, consejeros y gendarmes rompieron las puertas de la institución. Y en una sesión y de un plumazo destituyeron a Almeida.

No es la primera que sucede un episodio así. En 1984, en la presidencia de León Febres-Cordero, los jueces designaron como presidente de la Corte a Gustavo Medina de la oposición. La acción llevó al Ejecutivo a enviar tanques de guerra que rodearon la Corte para evitar que los magistrados asuman los cargos. En 2007, el Tribunal Supremo Electoral destituyó a 57 diputados. Un caso que llegó a la CIDH.

Los opinólogos de redes sociales dicen que el CPCCS. Aunque tuvieran razón, habría que preguntarse la verdadera utilidad de los poderes del Estado ¿El Legislativo crea leyes en beneficio de sus ciudadanos? ¿El Ejecutivo organiza el Estado de forma beneficiosa? ¿La Justicia no está secuestrada por un grupo? La política no es solo la ciencia que estudia la organización de los Estados. También analiza el poder. Ese poder que es como el ser humano que lo ostenta. Efímero, con fecha de caducidad. Los que quieren obtenerlo de formas dudosas deberían pensar dos veces antes de intentarlo.