Quito, 27 may (La Calle).- Diario El Telégrafo y el medio digital La Posta se han convertido en los principales generadores de noticias falsas (fake news) en el Ecuador. Después de una publicación de La Posta que hizo uso de un “documento filtrado por los servicios de inteligencia del Ecuador”, El Telégrafo se hizo eco para “alertar” sobre el trabajo de los Comités de la Revolución Ciudadana en Quito.
La primera constatación de la falsedad de este documento periodístico vino desde la propia Secretaría de Inteligencia que denunció que la información publicada por este medio “no corresponde a ningún informe entregado por nuestra institución o los Subsistemas de inteligencia”. Además, agregan que la difusión de información reservada tiene una pena privativa de libertad entre seis meses y tres años.
Ante esta declaración, el director de La Posta, Eduardo Vivanco, respondió que “Con esa acción blinda al correismo y desproteje (sic) a la ciudad. Sobre la existencia del informe, pongo mis manos al fuego y estoy dispuesto a una confirmación judicial”.
Este miércoles El Telégrafo publica un reportaje titulado “Comités del correísmo se reactivan en Quito”. Entre los implicados en el denominado Caso Wyndham están personajes influyentes en las redes sociales como Alexis Moncayo –periodista al que aún no le cancelan su liquidación después de años de trabajo en los medios públicos–, el exdirector del medio Orlando Pérez, y personajes como la prefecta de Pichincha Paola Pabón, activistas como Selena López, Jeannette Cifuentes David Mogollón, Ana María Larrea, Virgilio Hernández, Franklin Samaniego y Christian González. A todos ellos se pretende vincularlos en un presunto boicot y dirigir las movilizaciones sociales que han tenido lugar en la capital ecuatoriana.
Meses atrás, El Telégrafo –en contubernio con La Posta– fraguó un reportaje en el que aseguraban que había toda una red orquestada desde México para emitir noticias falsas. “Esto parte de un informe de inteligencia al cual tuvimos acceso, que identifica los principales fake news en función de una nube de calor que señala cuentas que se relacionan con la difusión de esas noticias falsas”, dijo en ese momento el cofundador del medio digital, Anderson Boscán.
La Posta es un aliado del Gobierno de Moreno, la pauta que le ha llegado es de unos niveles tan escandalosos que la Contraloría General del Estado, en la que trabaja el hermano del presidente Lenín Moreno, le pagó a este medio USD 5.000 solo por colocar un banner publicitario. Paradójicamente, en un evento anticorrupción, el órgano encargado de vigilar los actos de corrupción, le paga cinco mil dólares a un medio privado por poner un banner…
Los afectados
Virgilio Hernández, uno de los mencionados en el producto de La Posta, aseguró que existe un contubernio entre este medio, El Telégrafo y el Gobierno de Moreno no solo para desprestigiar sino para anular a sus adversarios políticos. “Ni siquiera en los diez años que fuimos poder tuvimos una estructura como la que se inventan estos medios. Los Comités de la Revolución Ciudadana (CRC) son una estructura de Alianza PAIS, por lo que deberían preguntarle sobre su existencia y accionar a Gustavo Baroja, que entiendo es el secretario del movimiento”, aseguró.
De su lado, Orlando Pérez, a quien la publicación de El Telégrafo desprestigia por un caso en el que estuvo vinculado en 2016, aseguró que en el Ecuador se vive un momento en el que la mentira es la mejor herramienta para hacer política. “Hay periodistas que se daban a la fama de ser íntegros, respetuosos e incluso que se declararon víctimas en el Gobierno de Rafael Correa, que ahora reciben financiamiento extranjero para hacer supuestas investigaciones en relación con supuestas redes de apoyo al correísmo (…) Esto tiene el objetivo real de que periodistas como tú, como yo, y medios como Radio La Calle, Telesur, Radio Pichincha o Voces tengan la presencia que ganaron en octubre ante la precaria información que ellos transmitían en ese momento”, aseguró.
Hernández y Pérez coinciden en que este tipo de noticias falsas son “falsos positivos” que pretenden desviar la atención de la ciudadanía ente la incapacidad del Gobierno para solucionar los problemas creados por la crisis y agravados por las decisiones de Moreno en materia económica y política. “Su intención es aniquilar al actor político y al medio de comunicación que no se ajusta a su línea, que no recibe el pago de las agencias internacionales y tampoco el pago de ciertas fortunas que bien sabemos quiénes son en el Ecuador”, agregó el exdirector del medio público.
Los medios públicos
En los medios públicos, la realidad a la interna es otra. Amenazas y despidos son el pan de cada día en una redacción en la que el miedo impera tanto que han guardado un profundo silencio ante la noticia de sus eminentes despidos, que empiezan en este día.
Los medios públicos, que actualmente cuentan con 621 trabajadores, sufrirán una drástica reducción de su personal, lo que significa dejar en el desempleo a 421 trabajadores, de acuerdo a declaraciones del presidente del Directorio de la Empresa Coordinadora de Empresas Públicas (EMCO), Marco Ávila.
La socióloga y exsubdirectora de diario El Telégrafo, Carol Murillo, sobre la evidente inmovilidad de los periodistas que serán despedidos de estos medios, dijo que hace falta asumir que trabajar en un medio público no es solamente el espacio para ganar un salario. “Los periodistas deberían asumir esa filosofía de que un medio público no es un espacio para lucrar; vieron a los medios como un simple trabajo. No pusieron por delante su compromiso profesional, su compromiso ciudadano, incluso su compromiso ideológico”.
En una próxima edición, Radio La Calle presentará los testimonios y pruebas de las amenazas que han recibido quienes salieron de estos medios y de los trabajadores que, en silencio, aún conservan sus puestos.
