Quito, 27 may (La Calle). – La portada de los medios públicos impresos: El Telégrafo y El Tiempo del último 24 de Mayo pintan de cuerpo entero el fracaso en la construcción de medios públicos en el país.
Esas portadas destacaban “la acción social del Régimen”, con grandes fotos del Mandatario y una serie de titulares a seis columnas y full color, que decían: “Gestión de Moreno está marcada por ayuda a sectores vulnerables” y “Tres años de Democracia en Ecuador”.
¿Es eso periodismo? Mario Naranjo, ex director nacional de noticias de Ecuador TV, asegura que los medios públicos nacieron mal en el Ecuador. “Al principio sirvieron para hacer contrapeso contra la verdad institucionalizada, luego con la llegada de este gobierno se utilizaron para decir sus propias verdades. En definitiva, nunca hubo la intención de hacer medios públicos”.
El propio Naranjo dejó su cargo por haber sugerido que las protestas del pasado octubre era un paro nacional y no una expresión focalizada de rechazo. “Los periodistas de los medios públicos ahorita están entre la espada y la pared, no pueden expresarse como lo han hecho otras empresas públicas: ya han visto como a muchos no les han pagado sus liquidaciones o los han botado sin ningún tipo de concesión; por eso no se atreven a hablar”.
Uno de los periodistas de diario El Telégrafo habla sobre el silencio que rodea a los servidores de los Medios Públicos. «No se trata de miedo, no se trata de temor. Se trata de resignación. Desde el 2017 se están dando despidos en los Medios Públicos. Despidos que han sido a pocas semanas de empezar clases o cerca de Navidad», dijo este periodista cuya identidad protegemos.
Agregó que se han dado despidos masivos, incluso en los cumpleaños de los periodistas. «Ha sido un impacto psicológico que nos empezaron a montar encima a las personas despedidas y a los que quedamos […] Ya sabemos que se van a cerrar los medios públicos, lo primero que decimos es no protestemos porque puede que yo esté en la lista. Hay una especie de resignación. Esto ya murió».
Fabrizzio Obando, que trabajó como periodista del área judicial de Diario El Telégrafo, asegura que cuando llegó Andrés Michelena, en ese momento al frente de la Secretaría de Comunicación, se planteó el panorama idílico. “Nos dijo a todos que la información era para la ciudadanía y no a favor del Gobierno, pero ya vemos cómo todo terminó”.
Obando formó parte del primer grupo de periodistas despedidos en 2018. Después de su salida hubo otro grupo más que fue despedido de los medios públicos. El objetivo de este Gobierno es dejar con menos de 200 trabajadores a estas empresas. Es decir que al menos 421 trabajadores pasarán a engrosar las cifras de subempleo o desempleo en el Ecuador.