Quito, 12 de jul (La Calle).- El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel indicó este lunes que las masivas movilizaciones del domingo intentaron “fracturar la unidad” del pueblo cubano, informó la BBC.
Junto a altas autoridades, el primer mandatario señaló que las acciones de las protestas buscan desacreditar “la labor del gobierno y de la revolución”. Además, añadió que en las movilizaciones hay “delincuentes”.
“Hay un sector que delinque. Ayer vimos delincuentes. Ayer la propuesta no fue pacífica, hubo vandalismo (…) apedrearon a fuerzas de la policía, viraron carros. Un comportamiento totalmente vulgar, indecente, delincuente”, reseñó el medio.
“Nosotros no llamamos al pueblo a enfrentar al pueblo. Nosotros no llamamos al pueblo a enfrentar al pueblo. Nosotros hicimos un llamado al pueblo a defender la revolución, a defender sus derechos. Y el pueblo apoyó”, puntualizó Díaz-Canel.
Una de las causas de las protestas fueron los apagones. Al ser cuestionado por ello, su ministro de Energía y Minas, Arronte Cruzle, pidió “confianza y comprensión” y que “el gobierno está trabajando para mejorar la situación, pese al bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos”.
Respuestas de los líderes latinoamericanos
Presidentes y personalidades de la política a nivel latinoamericana se pronunciaron por los acontecimientos en Cuba.
El presidente de México, Manuel López Obrador, dijo “si se quisiera ayudar a Cuba, lo primero que se debería hacer es suspender el bloqueo. Eso sería un gesto verdaderamente humanitario. No se puede crear un cerco y aislar a todo un pueblo”.
El primer mandatario de Bolivia, Luis Arce, publicó en su cuenta de Twitter “los problemas en Cuba deben ser resueltos por los cubanos, sin ninguna injerencia, mucho menos de quienes mantienen un criminal bloqueo desde 60 años”, en referencia a Estados Unidos.
El principal opositor al gobierno colombiano de Iván Duque, Gustavo Petro, señaló “en Cuba como en Colombia se impone el Diálogo social. Las sociedades vivas son las que se mueven y logran las transformaciones a partir de su diálogo y no de su autodestrucción”.