Quito, 13 jul (La Calle).- El diario público El Telégrafo y el canal público Ecuador TV dieron de baja este lunes una información sobre un presunto caso de corrupción por peculado que involucra al presidente ecuatoriano Lenín Moreno y parte de su gabinete, por el uso de fondos públicos para la campaña por el “Sí” en la Consulta Popular de 2018.
La publicación se hacía eco de una información emitida por la Fiscalía General del Estado en la que informaba del allanamiento ocurrido en las empresas públicas la mañana de este lunes.
El allanamiento tuvo lugar en la Empresa Coordinadora de Empresas Públicas (EMCO) y la Empresa Pública Centros de Entrenamiento para Alto Rendimiento (CEAR). La denuncia fue interpuesta en octubre pasado por el legislador Ronny Aleaga (RC), que entregó documentación sobre este presunto peculado en siete empresas públicas.
Sin embargo, desde la Dirección de los Medios Públicos llegó la orden de que esa nota se dé de baja, sin explicar mayores razones, de acuerdo a información recolectada por este medio.
No es la primera censura
Este no es el primer caso de censura en los medios públicos. El extrabajador de los Medios Públicos Xavier Letamendi denunció en Radio La Calle que desde la llegada de la nueva administración la censura era cotidiana. “Eran capaces de cambiar la portada aunque eso trajera como consecuencia sacrificar la circulación del periódico en Quito”, denunció. Las diferencias avanzaron al punto que un día de agosto de 2018 pidió vacaciones. Sospechaba que algo ocurriría por lo que vació de papeles y objetos personales su escritorio. Efectivamente, días después recibió una notificación en la que le comunicaban su salida.
Censura durante la represión de octubre
Issa Aguilar es periodista y poeta. Todavía aguarda el pago de su liquidación por haber trabajado en Diario El Tiempo de Cuenca, entre abril de 2018 y octubre de 2019. Fue la encargada de cubrir las protestas en Cuenca durante las jornadas en rechazo a la emisión del Decreto 883, que elevaba el precio de los combustibles.
“Se produjo una represión brutal por parte de la policía. Atacaban a los civiles con bombas lacrimógenas y armas de todo tipo. Ya en la redacción me dijeron que escriba la nota”, confiesa. Issa comenzó a narrar la violencia, los abusos y las detenciones. Complementó su trabajo con las voces del Defensor del Pueblo, y aunque lo intentó en más de 15 ocasiones no pudo contar con el testimonio del Jefe de Policía. Escribió una gran crónica que duró ocho horas publicada en la página web de Diario El Tiempo. En la noche, una llamada de su editora Jaqueline Beltrán le advirtió que “dieron de baja la nota”.