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200 tipos de bacterias circulan en el transporte público de Quito

Quito, 14 abr (La Calle).- Tres universidades analizaron los microorganismos existentes en estaciones, paradas y buses del sistema de transporte público en Quito. Los resultados evidenciaron que hay al menos 200 tipos de bacterias con las que convive la ciudadanía y son resistentes a los antibióticos.

Según dicho estudio, cerca 450.000 personas usan a diario los sistemas de transporte público en Quito. En especial Trole y Ecovía, que son los más empleados. Con esta concurrencia se propagan las bacterias fácilmente.

Estos microorganismos que se quedan en las instalaciones físicas de los sistemas de transporte fueron el objeto de estudio de un proyecto realizado por investigadores de la Universidad Central del Ecuador, UDLA y Universidad Técnica del Norte. El objetivo del estudio es construir el “Proyecto Microbioma del Ecuador

¿De qué se trata el proyecto?

Pablo Castillejo, PhD en Biología Molecular, explicó para Diario El Expreso que este proyecto busca determinar cuáles son las bacterias y virus que circulan en el ambiente local de la ciudad de Quito. Esto ayudaría al desarrollo de políticas de salud pública para proteger a la ciudadanía de distintas enfermedades.

El enfoque de este análisis busca determinar cuáles son las bacterias resistentes a los antibióticos radicadas en el sistema de transporte público.

¿Cuándo se realizó el proyecto?

Desde septiembre hasta diciembre del 2022. Los analistas se dedicaron a recolectar muestras en paradas y estaciones de toda la ciudad de Quito.

“La idea era tomar, con cotonetes, muestras de ADN ambiental, hacer una PCR, igual que con la covid, para determinar qué bacterias encontrábamos”, indicó Castillejo.

El especialista agregó que la finalidad del proyecto es descubrir las resistencias a los antibióticos que tienen los quiteños. Por ello, el sistema de movilidad fue elegido por su gran afluencia.

Según el PhD, esta sólo es la primera fase del estudio pues también se pretende analizar los planteles educativos e instituciones públicas. También aseguró que no se encontró nada fuera de lo normal, pero si mucha resistencia a antibióticos, como la penicilina.

Según el estudio, los resultados serán útiles para que los hospitales puedan definir que antibióticos alternos se pueden usar para tratar a la ciudadanía.

Esta es solo la primera fase de la investigación. En los próximos años, los investigadores académicos medirán otros parámetros, como virus, genes víricos y el resto de resistencias antibióticas presentes en el ambiente. (M.J)

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