Génesis Gómez, redactora
Quito 6 de may (La Calle).- En las últimas décadas la esperanza de vida de los ecuatorianos aumentó. De acuerdo a las proyecciones de 2020, las mujeres vivirían en el Ecuador hasta 80 años y los hombres hasta 76. Para Kléber Paredes, periodista conocedor de temas de la Tercera Edad, esta referencia indica que la seguridad social en el Ecuador está en un momento crítico. El analista exhorta la necesidad de implementar políticas para sostener el envejecimiento social.
“Apenas existen dos hospitales de atención integral de adultos mayores para más de un millón de personas. En Ecuador no se forman especialistas para los adultos mayores. No tenemos ni 100 geriatras. Las ciudades, las viviendas, el transporte o los supermercados no son pensados para las personas mayores. Los estados les están dando la espalda” concluyó.
A mediados del siglo pasado, la esperanza de vida de la población rondaba entre 40 y 50 años. Actualmente, los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que el promedio de vida para el 2050 podría aumentar hasta 85 años. El experto asegura que este incremento se debe a factores como: un estilo de vida más saludable, alimentación adecuada y adelantos científicos.
“La seguridad social es un tema crítico en el Ecuador. Entre seis y ocho personas activas sostienen a un jubilado. Con la flexibilización laboral cada vez hay menos personas que aporten al seguro y, por ende, ayuden a un jubilado”, manifestó.
La pandemia afecta a los adultos mayores
Paredes lamentó que la pandemia obligue a los adultos mayores a quedarse en casa, pues este aislamiento significa un deterioro en su salud. “Los médicos mencionan que los pacientes con enfermedades se agravaron con esta a falta de contacto que les ayuda, por ejemplo a mantener la medicación”, señaló.
