Quito, 26 oct, (La Calle).-La caravana amarilla cubría todo el perímetro del parque de El Arbolito. Taxistas de cooperativas recientemente instituidas se unieron para mostrar su descontento con el Gobierno.
Se apostaron frente al edificio de la Defensoría del Pueblo (inmediaciones del edificio de los Espejos de la Casa de la Cultura Ecuatoriana). Hacían sonar sus pitos, mientras la Policía Metropolitana de Quito, resguardaba los alrededores. Carlos Núñez, vocero de la protesta, tomó la palabra.
“Armamos esta caravana para expresar el descontento que tenemos por el congelamiento de combustibles”. Núñez evidenció su descontento con los dirigentes del taxismo que, según su versión, ha mantenido reuniones permanentes con el Ejecutivo, “no sabemos el borrador de los acuerdos mantenidos informando la compensación de los combustibles”. Según su testimonio, por las permanentes alzas de la gasolina, estos trabajadores están llevando a casa alrededor de ocho dólares al día para su manutención.
“El Presidente exhorta a los bancos que bajen los intereses, cuando debería hacer un decreto”, sostuvo. La Policía Municipal solicitó, en varias ocasiones, que los taxistas se retiren del lugar, por temas de tránsito, sin embargo no se produjeron escaramuzas en el sector.
