¿Policías protegen o violentan a estudiantes de la UCE?

Quito, 29 jul (La Calle).- Los días viernes los exteriores de la Universidad Central del Ecuador (UCE) son un caos. La Policía con el objetivo de «limpiar la zona» amedrenta a los ciudadanos que están en los exteriores de la institución educativa.

Por un lado, están los jóvenes estudiantes y demás personas que arriban hasta el sector para libar. No obstante, todos los ciudadanos que transitan por el lugar no están bebiendo, pues algunos recién ingresan o salen de clases; también, está la gente que camina por el lugar para tomar alguna línea de bus.

En la otra esquina, están los uniformados que por mantener el lugar controlado y sin personas bebiendo en las calle, utilizan gas pimienta y la fuerza. Pesé a que varios de los vecinos aledaños dicen que es bueno que retiren a los jóvenes, la mayoría del estudiantado y de comerciantes aledaños al sector consideran que la forma de mandar a las personas es violenta y sin protección.

De la misma manera, varios alumnos confirman que el caos que se genera cuando llegan los agentes a retirar a los libadores del espacio público causa inseguridad. «Como la gente se amontona por correr hay quiénes están listos para arrancharte las cosas, y por más ayuda que pidas a los policías, ellos solo te dicen que sigas y que no molestes», expresan.

¿Qué creen los comerciantes?

En el medio de este escenario están los dueños de establecimientos comerciales como restaurantes, fotocopiadoras, bares y pequeñas tiendas, que resultan afectados después de la persecución a los jóvenes, pues cuando lanzan gas en muchas ocasiones les llega a ellos. Peor aún, llega a los alimentos que venden.

«Uno aquí no puede estar tranquilo, todos los viernes es lo mismo. Uno ya habla con los policías que no actúen de esa manera porque nos afecta, pero no hacen caso. Mire como tosen mis clientes, así uno hasta deja de vender», explicó la propietaria de un local de comida a Radio La Calle.

Violencia por parte de los uniformados

Una testigo, comentó para La Calle que en algunas veces ha visto la «brutalidad» con la que actuan los policías, incluso narró un hecho en el que estuvo involucrada. «Uno de los agentes me pateó y me empujó contra una buseta que estaba en movimiento», dijo.

Clara*, comentó que salía de clases por la puerta principal de la UCE, más o menos a las 19:15, cuando vio que un sujeto golpeó a una chica sin razón. Enseguida los chicos que estaban cerca salieron a defenderla, y cuando todo se hizo un show, otros sujetos empezaron a sacar celulares y objetos de valor de las mochilas. «Hacían todo un espectáculo para robar«.

La joven estudiante explicó que se acercó a la mujer afectada para ver si estaba bien, pero que llegó la Policía y que cuando ellas intentaron pedir ayuda los uniformados «fueron violentos«.

«A la chica le patearon y le botaron al piso, ella se puso a llorar y les dijo que le ayuden, pero lo único que hizo esa policía fue lanzarle gas en los ojos. A mi por reclamarles, y decirles que estaban robando, me empujaron y también me gasearon».

Esa noche, en ese pequeño acto, a los estudiantes les robaron cinco celulares y una billetera.

«No entienden razones»

Un ciudadano que caminaba a la parada de bus que queda a la altura de la Facultad de Administración dijo para La Calle que en varias ocasiones ha sido retirado por los policías por estar ahí parado.

«Uno está esperando el bus y le joden. Ellos no entienden razones y encima que no hago nada me terminan lanzando gas». Asimismo, cuestionó que los uniformados solo estén los días viernes para sacar a los que beben alcohol, pero no para dar seguridad, ya que el sector es peligroso y siempre hay «casos de escopolomina».

Retirar a los libadores de espacios públicos

La Policía Nacional junto a agentes metropolitanos de tránsito arriban hasta la UCE para retirar a los libadores del espacio público. Esta medida se da por la gran afluencia de jóvenes bebiendo en el sector.

Uniformados a pie y en motos recorren las calles aledañas del plantel para despejar a los estudiantes. En el transcurso de la tarde patrullan la zona de tres a cinco veces para retirarlos. (DCJ)

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