Quito, 27 de feb, (La Calle).-Radio La Calle promueve un juicio popular a la Asamblea Nacional.
Incentivamos que la ciudadanía valore, critique y hasta presione a los actores políticos nacionales.
En ningún momento queremos motivar a la aplicación de la “muerte cruzada”, cuya sola mención se ha convertido en una especie de guillotina verbal. Además, la “muerte cruzada” es un mecanismo que puede ser aplicado por los actores políticos.
Aclarado este punto, mencionaremos los argumentos a favor la Asamblea que inició sus actividades el 14 de mayo de 2021.
A favor:
El proyecto que beneficia a las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad alimentaria, están en tratamiento también las leyes de biodiversidad como “la amazónica” y declaratorias a colectivos que requieren atención inmediata como quienes padecen enfermedades catastróficas.
Otros insumos se encuentran en la página web de la Asamblea Nacional.
Se encuentra en etapa de socialización las reformas a la Ley de Acuicultura y pesca, concluyó también el primer debate para la estabilidad de la Seguridad Social.
En términos de fiscalización se destituyó a la Superintendenta de Bancos, Ruth Arregui y se sancionó al excontralor, Pablo Celi.
Han asistido a comparecencias el actual Canciller, el anterior, la ministra de Gobierno, el Procurador, entre otros.
Se evaluó las actividades de la Fiscal General, igualmente este punto habría que ponerlo en balanza, pues en algunos casos no constituyen más que eventos políticos sin consecuencias, por otro el Consejo de Administración de la Legislatura, ha puesto una serie de trabas al tratamiento.
De otro lado y para cerrar esta parte de los proyectos a favor, cabe mencionar las ferias ciudadanas en la explanada de la Asamblea Nacional y comparecencias múltiples a profesionales, técnicos y comunidades a través de recursos remotos.
Es hora de ver las acusaciones.
La Presidente de la Asamblea Nacional en el estrado popular. Al momento de hacer el juramento, le suspenden el sonido a Guadalupe Llori.
Su mirada extrañada obliga a hacer una aclaración: eso es lo que pasa cuando no se respeta a la institución y los procesos. La Asamblea es un órgano colectivo donde todos tienen una representación a sus espaldas, por eso no se puede atentar al trabajo de los demás.
Con seguridad, la Presidente dirá que no existen pruebas de que ella haya ordenado, “el apagón” en la sesión de la asamblea del pasado 24 de junio y que ella “es la que sufre una conspiración”.
Tampoco se cumplió tampoco con lo previsto en la Ley Orgánica de la Función Legislativa, en lo concerniente a la impugnación de la Presidencia. El bloque oficialista respalda a Llori, supuestamente a nombre de una defensa institucional, acto que sin embargo, difumina las fronteras entre poderes. Llori vuelve a su asiento.
Tiempo atrás, tampoco se propició una decisión a favor de los usuarios de la banca privada, es más el perfil del actuar legislativo por parte de este bloque ha sido privilegiar la defensa de los bancos sobre los ciudadanos. Ni hablar del nivel de ciertos debates, el “segundo” que terminó con la aprobación del informe de minoría sobre el tema del aborto por violación, estuvo plagado de subjetividades, atavismos y dogmas.
La ciudadanía en redes sociales votó por listas, sin embargo, para hablar del tema, se dejó en libertad a cada asambleísta. ¿Alguien lo entiende?
En la actualidad, la Asamblea vive una crisis institucional: ¿Qué se está haciendo para solucionarla o acaso se trata de agravarla?, nadie llama a una reunión de Jefes de Bloque o a otras instancias. El bloque se ha vuelto la cotidianidad del órgano democrático más importante del país.
¿De qué más se puede señalar a la Asamblea Nacional?, seguro alguien mencionará “la compra de votos”, los asambleístas que piden recesos para el almuerzo, los que plantean proyectos sin socialización, aquellos o aquellas que arguyen al cloruro de sodio, en fin.
Son demasiadas “las postales” de este periodo legislativo. No hay que olvidar el Black Friday Legislativo y tantos otros momentos. En todo caso es momento de que el jurado, representado en la ciudadanía tome la palabra.
