Quito, 27 sept (La Calle). – El consejero presidencial, Aparicio Caicedo, destiló más «de la sabiduría» a la que nos tiene acostumbrados. Esta vez contra la educación pública y el trabajo de los docentes.
«Las actividades como ente abstracto, llámese educación y servicio público no merecen respeto. Es un capítulo muy bonito que escribe Adam Smith en el que habla de lo mala que es la educación pública […] Tuve un coloquio en Guatemala, hablamos sobre ese tema y un tipo que sabía mucho de reformas a la educación pública. El decía que el principal cambio está en la legislación laboral de los profesores para que los puedan echar en cualquier momento», dijo en una charla en la Universidad Espíritu Santo (UEES) de Guayaquil.
El discurso del consejero se presentó en una universidad privada. Fue en la Universidad Espíritu Santo donde desdeñó a más de cuatro millones de estudiantes que cursan la educación pública en modalidad básica y bachillerato. Estudiantes a los que el Gobierno tiene que proveer de educación pública gratuita, según la Constitución.
Los más ricos
Días atrás, el El consejero inició su cosecha de incoherencias, con su ya conocida comparación, entre la tecnología y el nivel de vida. De acuerdo con el funcionario, somos más ricos que Rockefeller y que nuestros padres.
“¿Ustedes han escuchado hablar del famoso Rockefeller? Hoy en día, si medimos por la capacidad de consumo y bienestar, ustedes son mucho más ricos que Rockefeller. Todos aquí. Incluso más ricos que los reyes más prósperos del medioevo. Van a ver que ustedes viven mejor que esos reyes que eran apreciados por su infinita riqueza”, dijo en la misma conferencia.