Pailón del Diablo: usuarios critican la colocación de luces en una atracción turística

Quito, 20 de jul (La Calle).- La colocación de luces en la cascada del Pailón del Diablo, ubicada en Baños en la provincia de Tungurahua, provocó varias críticas en redes sociales. ¿Es un atentado contra la naturaleza?

Los usuarios de redes sociales se manifestaron indignados por la ubicación de varias luces en una atracción turística natural. “¿Por qué iluminar una cascada y la selva como discoteca?”, expresó un usuario en Twitter.

Las críticas reflejan el malestar de varias personas frente a la intervención gubernamental o corporativa que afecta el ecosistema ecuatoriano. Las luces afectan, además de la zona turística, a la selva de los alrededores del Río Verde donde se encuentra ubicada la cascada del Pailón del Diablo.

El año pasado la cascada San Rafael –en ese entonces, con el flujo más grande de agua- se secó por una erosión provocada por la presencia de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair. La cascada no desapareció, pero el río cambió su curso y el agua cae en otro lugar.

Comunidades olvidadas junto a las hidroeléctricas

La Corporación Eléctrica del Ecuador no cumple los acuerdos firmados con las comunidades de Imbabura y Quito. Sitios afectados por la construcción de las hidroeléctricas.

Santa Rosa de Manduriacu, Guayabillas, Río Verde y El Corazón, en la provincia de Imbabura. Asimismo, Pachijal, Mashpi y Santa Rosa, en Pichincha: son territorios que carecen de servicios básicos.

Polibio Pérez, presidente del GAD parroquial de García Moreno dijo que «las obras se construyeron a medias y eso afectó a muchas comunidades. Los acuerdos firmados con la Corporación Eléctrica son solo ofrecimientos y nada más».

Estos territorios tienen un deficiente sistema de agua potable, pésimo diseño de captación de aguas y tratamiento de limpieza y purificación. Aún con la presencia de una central hidroeléctrica, las comunidades sufren de cortes de luz.

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