Otto, el candidato: ¿Quién sostendría su aventura electoral? (II)

*Omar Jaén Lynch

Periodista y docente universitario

Cómo cambió, al parecer, el panorama en poco más de una semana. El 29 de enero pasado publiqué la primera parte de esta reflexión y ahora tenemos una supuesta ruptura entre CREO y Gobierno por el juicio a Diana Atamaint.

Digo supuesta porque no creo que haya terminado el pacto entre Guillermo Lasso y Lenín Moreno. Considero que lo único que hizo CREO fue elevar su cotización, su precio.

Retomando el tema principal de este artículo, queda confirmado que Otto no solo que emprendió su campaña rumbo a 2021, sino que tomó una decisión electoralmente correcta.

Si revisan las cuentas de redes sociales de Sonnenholzner, cada vez la imagen de Lenín Moreno está menos presente. Otto sabe muy bien que llegó el momento de alejarse lo más posible del presidente con los peores números de aprobación y credibilidad desde el retorno de la democracia.

El problema no va porque Moreno salga o no en una foto, el problema es que Otto es Moreno, Otto es el Gobierno, Otto será el que asuma el desastre que provocó esta administración. No hay que olvidar que Sonnenholzner fue quien arrostró la decisión de eliminar la eliminación de los subsidios sin haberlo socializado con nadie en el país. Fue quien avaló con su silencio la brutal represión que lideró María Paula Romo y Oswaldo Jarrín.

A pesar de esto, Otto Sonnenholzner quiere ser una carta presidencial en 2021. La pregunta es por quién.

A finales de febrero se realizará la convención nacional de Alianza PAIS, un movimiento moribundo que se aferra a lucrarse de lo que resta del morenato y que en las próximas semanas sufrirá más deserciones de dirigentes que buscarán subsistir políticamente en otras organizaciones. Con ese calamitoso panorama, ni crean que el vicepresidente se aparecerá por Los Ríos.

También en las últimas semanas surgió la versión que el Partido Social Cristiano entró a la subasta por el Vicepresidente. Esto por una nada inocente declaración del asambleísta César Rohón.

Sin embargo, dudo que el PSC sacralice la candidatura de Sonnenholzner. Y no es porque el socialcristianismo tenga precandidatos en exceso -solo tienen al dubitativo Jaime Nebot-, sino porque acoger a Otto sería una declaración frontal (y todos sabemos que así fue) de que blindó y cogobernó con el morenato.

¿Ruptura de los 25? Bueno, para que eso ocurra primero Otto debe zanjar diferencias cada vez más profundas con Romo y el insufrible de Juan Sebastián Roldán. Opción sí, lejana mucho más.
Así que insisto en que Lasso y CREO son los naturales padres adoptivos electorales de Sonnenholzner. Como indiqué en párrafos anteriores, no me como ese cuento de la ruptura en el oficialismo. A estas alturas, los lassoboys no pueden ocultar que han sido gobierno y aceptan que tendrán que lidiar con eso en campaña.

Si Lasso quiere poner sus millones a trabajar por Sonnenholzner es necesario sacar de la ecuación a Nebot. El banquero quemó su primera bala en el fallido intento de interpelación a Atamaint, de seguro tiene unas balas más en la recámara para disparar. Y quien quita que no sean necesarios cartuchos para bajarse al exalcalde. Quizás solo se requieran encuestas reales, porque si algo quita el sueño a Nebot es saber que los números no le dan.

¿Por cuál opción optará Otto? Muy pronto se aclarará el panorama. Solo esperemos que aún haya país hasta ese día.

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