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Ni mires el Oscar, Leonardo Di Caprio | Opinión

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Quito, 27 de dic, (La Calle).-“No mires para arriba” es la apuesta de Adam Mckay, (director de ‘El Vicepresidente’ y ‘Anchor Man’) para Netflix.

Es un abordaje cinematográfico a las lógicas de un mundo que subordina o suplanta la realidad.  Como se analiza en varios foros virtuales, la película muestra cómo vamos hacia la extinción por abulia. Una distopía que busca revelar cómo los medios de comunicación y las redes imponen enfoques que distraen o disfrazan los problemas colectivos.

Que al poder no le interesa el hambre, la pobreza y la enfermedad no es nuevo, pero que seamos capaces de mirar a otro lado, de hundirnos en el celular, para evitar mirar que un cometa se estrella en la Tierra parece el colmo, aunque es algo probable, tomando en cuenta el estado actual de las cosas.

La narrativa de “No mires para arriba” atiende también este tema desde lo individual. Los protagonistas Leonardo de Caprio y Jennifer Lawrence son científicos que deben comunicarle a un mundo que se aproxima el final, mientras el mundo pasa más interesado en saber de los amores de Ripley Bina, artista de fama mundial interpretada por una artista de fama mundial, como es Ariana Grande.

Las actuaciones son lo mejor, una absolutamente sardónica y fascista Merryl Streep, hace de la presidenta Orlean al mando de los Estados Unidos.

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Ron Perlman, el inolvidable Hellboy, aparece en tres escenas convertido en una parodia del cowboy estadounidense o de un añejo Bruce Willis en Armaggedon.

Jonah Hill es el secretario de gabinete de los Estados Unidos. Al final sobrevive, lo que es un símbolo de que si algo es inmortal es la estupidez. Hill, de alguna forma, revive el espíritu que ya expresó, en “Este es el fin” de 2013.

Kate Blanchett también destaca en su rol de periodista televisiva, carente de toda empatía afectiva, es la más apocalíptica de todas.

¿Es buena película?, sin duda sí, ¿La mejor del año?, Claro que no. Para eso está ‘El Poder del Perro’. No es posible mirar para otro lado, aunque las redes digan lo contrario.