Quito, 19 jul (La Calle).- El expresidente de la República, Rafael Correa sostuvo que «siempre ha tenido las manos limpias, por eso han tenido que inventarse calumnias para acusarnos de algo«. Las declaraciones las dio después de que un medio de comunicación internacional hiciera público que la CIA uso una empresa para espiarlo.
«La satisfacción que uno tiene es que nos ha espiado la CIA durante años (…), tenían total acceso a mi computadora y mi teléfono. Contrataron a una empresa para investigar nuestras cuentas, nuestros movimientos financieros, nuestro movimiento migratorio y pesé a todo eso, no les quedó más que condenarnos por influencia psíquica«, dijo para RT Español.
Correa expresó que el hecho de investigar a sus hijas se realizó con el objetivo de extorcionarlo si es que ellas realizaban algo ilícito y contra la moral. Sin embargo, el exfuncionario resaltó que jamás encontraron nada en sus hijas porque son una chicas magníficas.
«Esto demuestra que esta gente no tiene escrúpulos, ni límites», afirmó. «Ellos fueron los que le ofrecieron información de Julian Assange a Lenín Moreno, que la aceptó gustoso», comentó.
El exfuncionario Correa manifestó que él tenía conocimiento de este espionaje desde el 2015. De la misma manera, aseguró que la empresa española UC Global fue contratada para que brinde seguridad a las autoridades ecuatorianas que arribaban a Londres.
La CIA espió a Correa
El dueño de la empresa de seguridad española UC Global, SL, David Morales, habría espiado para la CIA las reuniones del expresidente Rafael Correa con otros mandatarios de la región, en 2018.
El juez Santiago Pedraz que investiga a Morales, por varios delitos, ordenó develar la información del portátil del implicado. El equipo tenía documentos con las reuniones de Correa, al que apodaban Romeo, con los expresidentes de Argentina, Cristina Fernández; de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva; y Uruguay, José Mujica.
No obstante, durante la indagación, encontraron documentos sobre las reuniones privadas de Correa cuando dejó de ser presidente y se mudó a Bruselas. En noviembre de 2017, el exmilitar redactó un documento al que tituló «Brussels Meetings- reuniones en Bruselas», capítulo que contenía las conversaciones de Correa.
Cuando le cuestionaron sobre el idioma de los papeles, él alegó que «intentaba mejorar el inglés de sus trabajadores«.
Además de los informes, hallaron imágenes privadas, en las que aparecía un miembro de la cadena diplomática, con las que habría querido chantajear al director del servicio secreto en Ecuador, Bolívar Garcés, cuando se enteró que su contrato iba a hacer cancelado. (DCJ)