Quito, 14 feb (La Calle).– Los moradores de los barrios de la Gasca y la Comuna se reunieron, este lunes, a expresar sus reclamos por falta de respuestas durante dos semanas desde que sucedió el aluvión que afectó sus viviendas y vehículos.
Recientemente solo han recibido donaciones privadas de alimentos y cobijas. La ayuda fue comunitaria, pero las labores de limpieza competentes al Municipio han sido escasas.
Habitantes cuyos pocos bienes se remiten a su vivienda y vehículos reclamaron que no existió respuesta de quienes ofrecieron ayudar a recuperar sus cosas. También expusieron el malestar existente por la inseguridad del sector. Reclaman que se construya un cerramiento para los edificios afectados por el aluvión. El desborde de lodo y materiales junto con la fuerza invernal rompió varios muros de las unidades habitacionales.
A esto se suma que el flujo de material dañó varios vehículos a su paso. Muchas personas presentaron esta queja pues sus vehículos son en su caso, su único medio laboral. “Me dijeron ‘ya se van a contactar con usted’ y de ahí me dejaron en visto” dice un morador anónimo.
“Tuve que venir desde abajo porque mi carro está dañado y ni han venido a constatar mi estado ni nada” expresó otra moradora. Los habitantes afectados han podido organizar la ubicación de sus vehículos y temas de seguridad barrial. Sin embargo, esto es una molestia para ellos porque deben “mantener guardia” mientras esperan respuestas de autoridades.
Mencionaron que pudieron gestionar arreglos para mitigar daños mínimos pero no tienen los recursos para todas las reparaciones que significó el aluvión. “Solo han venido para tomarse la foto y no han hecho nada”, manifestaron varias personas que se encontraban allí reclamando.
Una escombrera sin permisos
Dirigentes barriales del sector explicaron que durante el aluvión, el flujo empeoró y arrastró muchos más materiales que afectaron de manera distinta al barrio de La Gasca.
Margarita Chiluisa detalló que hicieron una denuncia contra la empresa a cargo de la escombrera que aumentó el flujo y fuerza del aluvión. La denuncia fue presentada hace dos años, en enero de 2020. A lo largo del año, las autoridades inspeccionaron el predio y constataron el mal uso del terreno por su ubicación dentro del área urbana. A pesar de ello, la empresa solo fue multada y obligada a solicitar los permisos de funcionamiento obligatorios.
Tanto Chiluisa como Daniela Panoluisa, relataron que la empresa descargaba material y lo acopiaba en el predio, aún cuando fueron inspeccionados y multados, nunca pararon de operar en el lugar. Chiluisa, quien es miembro de la junta directiva del sector Pambachupa, precisó que operaban en la noche y con reflectores muy potentes. Además indicó que hubieron quejas y plantones a lo largo del año 2020 para retirar la escombrera del lugar por el riesgo geográfico que representaba.
“Llegaron, nos mostraron que ya pagaron la multa y consiguieron los permisos y ya no pudimos hacer nada”, relató Margarita. Ella señaló que la empresa estaba relacionada a personal interno de la administración de ese entonces, por lo que no obtuvieron mayor respuesta al reclamo que multar a los responsables. Que retirar la maquinaria y material del lugar no pudo ser posible y permaneció ahí sin ninguna observación o control municipal.
El aluvión y la escombrera
Debido al último aluvión han aumentado las quejas y pedidos de retiro de la escombrera ya que sigue siendo un riesgo y no se ha responsabilizado por los daños que se perpetraron por un predio que representa un peligro climático y geográfico.
Este tipo de asentamientos son ilegales al tratarse de una ubicación que se encuentra en una zona urbana. En la administración de Jorge Yunda, la respuesta fue multar a la empresa y permitir su funcionamiento a pesar de incumplir la normativa y que desde un principio, la empresa no contaba con los permisos para ello. En la actual administración de Santiago Guarderas, no ha existido mayor intervención técnica ni cabida a quejas como esta.
El barrio más afectado, el de La Comuna ha sido el más intervenido; ha recibido más ayuda de la comunidad y el municipio. Mientras, otros afectados como los moradores de Pambachupa y La Gasca aún esperan por respuestas y mayor ayuda.