Quito, 03 may (La Calle).- El periodismo y el rol de la prensa en el país ha estado intrínsecamente relacionado con el poder en los últimos cuatro años. Tanto así que periodistas se saltaron la fila de vacunación aprovechando su cercanía con el gobierno.
En esta entrevista, le preguntamos a la catedrática Grace Merino y a la socióloga Carol Murillo sobre la libertad de prensa en el país.
1. ¿En qué situación deja a la libertad de prensa las reformas a la Ley de Comunicación que realizó el gobierno de Moreno?
Grace Merino: No hay un adelanto a la libertad de prensa con las reformas. Lenín Moreno actuó como los demás gobiernos y coartó la libertad de prensa, un ejemplo es el caso de Alexis Moncayo. No hubo mejoras, ni tampoco retrocesos. El poder de turno siempre coarta la libertad de prensa cuando le conviene, sobretodo cuando no piensan como ellos.
Carol Murillo: El gobierno de Moreno y la mayoría de asambleístas que apoyó su gestión deja a la ciudadanía indefensa ante los abusos de los dueños de comunicación -sobre todo privados- que durante los últimos cuatro años se han convertido en operadores políticos de ciertos personajes que, por ejemplo, en la última campaña electoral presidencial, fue evidente la campaña que los medios, en especial en sus noticieros, habían concertado para apoyar al candidato Lasso. Las reformas a la Ley de Comunicación dejaron en soletas el derecho a una comunicación libre pero regulada de todos los medios del país.
Además, Moreno desde el principio de su gobierno pactó con los dueños de medios privados una especie de tregua de silencio a su gestión a cambio de “devolverles” sus privilegios como poder mediático hegemónico. La libertad de expresión en el Ecuador, para quienes no tienen poder e influencia, es un espejismo.
2. ¿Cuánto afecta que el gobierno vuelva a entregar frecuencias a medios afines y olvide a los medios comunitarios y públicos?
GM: No entregar frecuencias a los medios comunitarios u otros que lo necesiten afecta gravemente la libertad de prensa. Entregar a otros poderes esas frecuencias no permite apoyar a un periodismo ciudadano. Los grupos que monopolizan los medios tienen una sola posición, generalmente de quién da las pautas y eso afecta el trabajo de los periodistas y la información contrastada.
Los medios forman monopolios y eso no ayuda a la democracia de nuestro país.
CM: Afecta muchísimo. Retrocedemos décadas porque la primera Ley de Comunicación establecía un método para que todos los medios tengan espacios y frecuencias en el espectro nacional. Hoy eso otra vez es un privilegio de grupos económicos o personas con poder político para palanquearse una frecuencia o diseñar concursos de muy dudosa transparencia.
3. ¿Cómo analizar el rol que han jugado los medios digitales en los casos judiciales y políticos del país? Varias veces La Posta o Cuatro Pelagatos han difundido información que era reservada y servía de pruebas para los juicios
GM: El rol político de estos medios es acusar. Se creen jueces. Han tomado este papel y el periodista no es juez. Creo que se tiene que entregar una información adecuada. Decir “esta persona está acusada de”, pero no culpabilizar. No deja a la Fiscalía hacer su trabajo. Por suerte hay otras plataformas que han difundido una información contrastada, que no está tergiversada.
CM: La comunicación ha cambiado muchísimo. La tecnología permite y empuja esos cambios. Pareciera que los medios que usted menciona tienen conexiones con altas autoridades del país, específicamente con la Fiscalía, que aprovechan “primicias” para descalificar a políticos o ciudadanos y adelantar sentencias mediáticas, es decir, conducir a la opinión pública a hacerse un criterio falso sobre tal o cual caso. Por ejemplo, el caso del alcalde Yunda. La filtración de información por parte de instituciones públicas hacia medios digitales y su publicación sesgada es cualquier cosa, menos periodismo.
4. ¿Qué le falta a la comunicación ecuatoriana para obtener una verdadera libertad de prensa?
GM: No hay que ser ciegos para saber que si trabajas en un medio debes regirte a una línea editorial. Por más que seas un periodista honesto, te van a censurar. Debo contar el hecho tal como es.
Yo les recuerdo a mis estudiantes que hay que estar con el ciudadano, también informar lo que está en el poder, pero más enfocarnos en el ciudadano.
Antes los referentes en el periodismo eran Carlos Vera, Jorge Ortiz o Andrés Carrión que demuestran que sirve pasar por las aulas universitarias porque no lo han hecho. No hay que ubicarse en un lado, aprovecharse de la fama o de la posición.
Nuestra responsabilidad como catedráticos es decirles a los estudiantes de comunicación social que si eligen el periodismo es para entregar información que sirva a la democracia y al ciudadano. Con eso mejorará el tema de libertad en el país.
CM: Aunque suene paradójico una nueva Ley de Comunicación que comprenda las nuevas condiciones en que se produce información, pues la irrupción de las tecnologías implica enfocar el servicio de comunicación como un derecho de la ciudadanía al margen de los intereses de las corporaciones privadas tradicionales.
Los medios digitales son plataformas que inciden ahora en la vida social y en los criterios políticos y culturales. Pero lamentablemente el presidente electo Guillermo Lasso ha dicho ya que no comparte ni siquiera la existencia de la Ley de Comunicación reformada. Considero que otra vez la lucha empieza para pensar el periodismo y la comunicación en una etapa política que se caracterizará por el condicionamiento que impongan los medios y sus alianzas con el poder de quien pronto dirigirá el Estado en el Ecuador, lamentablemente, claro.