Quito, 3 jul (Sputnik).- Leonidas Iza, el líder del paro nacional contra el Gobierno ecuatoriano recibió a Sputnik en el patio de su casa en la provincia de Cotopaxi. Analizó los 18 días de movilización que por poco terminaron con la presidencia de Guillermo Lasso. Y evaluó hacia dónde debe dirigirse el movimiento indígena.
En San Ignacio había fiesta. Por fin tenían algo de tranquilidad para festejar —con retraso— el cumpleaños de Leonidas Iza, quien vive en esa comunidad y que también lideró del paro nacional que casi hizo caer al Gobierno de Guillermo Lasso. El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) recibió a Sputnik en su casa, en el comienzo de las celebraciones.
Iza llegó a sus 40 años convertido en el político más destacado de Ecuador, título que ganó en la movilización de 18 días. El movimiento indígena considera un triunfo trabajar en mesas junto a funcionarios del Gobierno para dar atención a los 10 puntos de la demanda popular.
Iza fue detenido y judicializado por el Gobierno de Lasso en el primer día del paro, el 15 de junio pasado. En el mismo lapso vio crecer su apoyo en poblaciones de áreas rurales, selvas, pero también en zonas urbanas, fundamentalmente en la ciudad de Quito, capital del país.
Con su estilo de hablar directo y claro, logró explicar cuál es el sufrimiento de las familias indígenas campesinas de Ecuador. Y así consiguió apoyo en sus demandas, que -aclaró- no solamente estaban dirigidas a beneficiar al sector que representa, sino a la mayoría de la población ecuatoriana.
¿Cómo vivió las semanas del paro nacional?
«Estos 18 días de movilización para el pueblo ecuatoriano han sido muy dolorosos realmente», dijo Iza a Sputnik. En el patio de su casa, su familia y compañeros alistaban los detalles del almuerzo comunitario que se cocía en grandes ollas a la leña.
Iza lamentó que desde el Gobierno de Lasso se haya criminalizado la protesta de los indígenas. «Han posicionado esta idea de la violencia, del vandalismo, del terrorismo. Ahora pretenden con inteligencia militar y policial comprobar aquello, generar condiciones de ‘enemigo interno’, mientras el pueblo pregunta ¿por qué salimos a luchar?».
Y respondió: «No salimos por terrorismo ni por vandalismo. Nadie quiere eso. Se salió a luchar porque hay una condición económica muy jodida para la mayoría de los ecuatorianos. Dentro de esa mayoría más jodida estamos los del sector indígena».
Desnutrición en las comunidades
Iza puso un ejemplo. Durante los días de movilización, más de 450 niñas y niños de familias indígenas campesinas estuvieron alojados en varios edificios de la Universidad Central de Ecuador, junto a sus papás y mamás que vinieron a protestar a las calles capitalinas.
«Solo revisemos las estadísticas del informe que hizo la Universidad Central en una semana de seguimiento. De los 450 niños, el 80% estaba con desnutrición crónica. Ese es el indicador de cómo viven nuestras comunidades», dijo Iza enfundado en su infaltable poncho rojo, sombrero y con su trenza que le llega hasta la cintura.
Observó que «si nosotros exigimos al Gobierno nacional que genere condiciones mínimas para aplacar la pobreza, el incremento de precios de productos de primera necesidad, nos dicen que hemos salido a las calles por vandalismo».
Iza evaluó que durante los 18 días de paro «el Gobierno nacional jugó en esta estrategia de hacer cansar a la gente. Sin embargo, la gente se fue relevando, porque no estaba dispuesta a volver a las comunidades si no se tenían condiciones para aliviar en algo nuestras demandas».
Para Iza, uno de los principales logros de la movilización está en la declaratoria de emergencia sanitaria para todo el país: «Según el documento de acuerdo, 200 millones de dólares destinarían para el sector de Salud. A través de este ministerio podremos acceder a medicamentos básicos que hasta ahora teníamos que comprar a privados».
El Estado Plurinacional
En diversos escenarios, Iza manifestó su anhelo de que en algún momento Ecuador se convierta en un verdadero Estado Plurinacional.
«Los procesos de transformación social en las diferentes etapas de la evolución humana siempre han propuesto algo diferente cuando estamos cansados de un tipo de sociedad. Cuando pasamos del feudalismo al capitalismo se decía: ‘Necesitamos la libertad, los derechos'», comentó el presidente de la Conaie.
Pero ¿cuánto realmente se logró transformar la sociedad? «La libertad, la igualdad, la fraternidad es para cierto sector de la clase social. Y eso ocurre no solo en Ecuador, sino en el mundo», analizó.
En este sentido, consideró que queda camino por recorrer para la instauración de estados plurinacionales en América Latina. En el caso de Ecuador, a partir de la Constitución de 2008 «¿realmente logramos institucionalizar el Estado Plurinacional? Yo debo decir con absoluta responsabilidad que no se ha logrado», dijo Iza.
¿Qué falta para concretarlo? «Por un lado viene la carga constitucional. Pero por otro lado tiene que venir la fuerza organizativa. También tiene que abrirse un proceso de debate con todos los sectores de la sociedad: académicos, intelectuales, profesionales, organizaciones capaces de generar un cuerpo que haga incidencia en esta idea de transfomar», comentó.
Según Iza, el movimiento indígena sueña con un Estado Plurinacional «que reconozca todas nuestras formas de organización ancestral, o sea antes de los 500 años (de llegada de la conquista española). Por ejemplo: la justicia indígena no debería ser vista como una actividad vandálica. O, de pronto, la medicina ancestral no debería ser vista como una cuestión de brujería».
Se deben reconocer estas y otras prácticas ancestrales «para que aporten al fortalecimiento de la institucionalidad del Estado».
Iza lleva un mensaje
Iza afirmó que la conformación de una sociedad intercultural en Ecuador requiere más que reconocer la coexistencia de 18 pueblos indígenas, 15 nacionalidades, más el pueblo mestizo, los blancos, los afros y quienes se autodefinen cholos.
«A partir de estas indentidades colaboramos para que la sociedad se construya intercultural. No es simplemente respetar a los indígenas», explicó.
Y agregó: «En la medida en que podamos poner al otro al servicio de la sociedad, solo allí vamos a construir esta sociedad intercultural. ¿Se imagina a un hermano mestizo, blanco, un hermano afro compartiendo profundamente nuestras tradiciones?».
Por ello, aseguró que la construcción de una sociedad intercultural requiere «la capacidad o la posibilidad de participar del otro, no solo entender al otro. Sino convivir con el otro, compartir con el otro. Y, a partir de esos elementos, identificar los temas centrales que nos unen como sociedad», dijo Iza, quien estudió Ingeniería Ambiental en la Universidad Técnica de Cotopaxi.
A partir de ese relacionamiento, el presidente de la Conaie se mostró esperanzado en que se pueda dar su mensaje: «No es que los indígenas solo están luchando por sus árboles, pajaritos, selva, montaña», sino que se trata de algo más profundo: «Si los humanos no respetamos a la naturaleza, simplemente la vida se va. No por la Madre Tierra, sino por nosotros».