Quito, 22 ene (La Calle).- El economista Marco Flores explicó, a través de su cuenta de Twitter, que las provisiones del Banco del Pacífico están destinadas a cubrir posibles pérdidas de valor del activo y también potenciales obligaciones aún no materializadas.
En este sentido, Flores hace un análisis y sostiene que si el presidente Ejecutivo del Banco, Roberto González, provisionó altas reservas, genéricas y específicas, pero además ratificó la venta del Banco, “las reservas que eventualmente pudiesen resultar no necesarias se convertirían en regalo al nuevo dueño”.
Flores explica que los bancos realizan dos tipos de provisiones, en su cuenta de resultados, para cubrir el riesgo de crédito: las provisiones genéricas, que suelen efectuarse el momento de la concesión del préstamo; y las específicas, que cubren los créditos no pagados por los clientes.
Sin embargo, argumenta que la provisión de fondos debe ser razonable para no afectar innecesariamente las utilidades del ejercicio. “Es importante observar que según la información difundida por el propio Banco, hasta junio de 2021 ya había realizado importantes provisiones. Por lo tanto se requiere conocer, de un tercero confiable, cuánto de lo provisionando fue realmente necesario”, cuestiona.
Asimismo, expone que González provisionó al Banco del Pacífico con altas reservas y al hacerlo, junto al pago de indemnizaciones por despido de personal, redujo al límite las utilidades del Banco en el 2021.
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¿Banco público o privado?
El presidente Ejecutivo del Banco argumentó que el Pacifico no es un banco del Estado y que, por ello, no debería hacerse cargo de la institución. «Es un banco propiedad de una empresa pública del Estado. Es un banco privado que hace 50 años no ha cambiado su naturaleza jurídica, porque se financia de sus depositantes que son privados y no recibe fondos del Estado, salvo el monto del rescate pagado en 2002», dijo.
También aseguró que la institución tuvo un crecimiento equivocado. «El Banco del Pacífico fue el banco más rentable hasta el 2008 y el más eficiente operacionalmente, según la Superintendencia de Bancos. Hasta el 2019 el banco creció pero en gasto operacional, en plantilla, en gastos. Creció equivocadamente en operaciones crediticias y esos errores llevaron a hacer, ahora, un ajuste por restructuración», señaló.
Para Flores si el Estado es o no propietario del banco “no es de su incumbencia”, pues lo que realmente importa es si conviene o no vender el Banco del Pacífico. “Sin dudas, la respuesta es NO (…) imposible justificar la renuncia a USD 100 millones en utilidades netas anuales para recibir una tasa de interés cercana al 1% anual o para destruir el capital en el PGE. Claramente es mucho mejor que las utilidades vayan a un fideicomiso dedicado a invertir en los niños”, sentenció.