La Covid-19 se encargó de desnudarnos como sociedad

Por: Juan Carlos Cabezas / @liberjuan

Quito, 16 abr (La Calle). – La socióloga e investigadora Patricia de la Torre es una luchadora incansable. Se enfrenta todos los días a la fibromialgia, un mal que la llevó a plantear una acción ante la Asamblea Nacional para que esta condición sea reconocida como enfermedad invalidante. Años atrás publicó su investigación sobre las acciones de la Junta de Beneficiencia de Guayaquil y debió abandonar el país tras recibir varias amanezas. En esta entrevista analiza las circunstancias políticas, económicas y sociales por las que atraviesa el Ecuador.

¿Cómo analiza estas circunstancias de emergencia sanitaria en el país?

Es muy complejo, todo empezó sin conocimientos de la evolución del contagio. En esa línea, sigo los hechos con una permanente preocupación existencial. Desde mi casa, observo la soledad de las calles y me lleno de melancolía. Estamos atravesado lo más duro de la pandemia, posiblemente llegaremos a 500 fallecidos en Quito.

Me ha resultado duro también, pues he suspendido la terapia física que debo realizar.

¿Cómo ha sido esta cuarentena para alguien con fibromialgia?

La fibromialgia es una enfermedad que conduce a una invalidez invisible. La enfermedad afecta a las transmisiones del cerebro. Se presentan alrededor de 100 síntomas a la par, que incluyen dolores en lugares tan inverosímiles como los ojos y el cuero cabelludo. Es difícil explicar lo que en términos emocionales se percibe. Hace dos años presenté una solicitud a la Asamblea Nacional para que la fibromialgia sea reconocida como enfermedad invalidante, pero no se ha avanzado en el tema.

¿Qué opina sobre la comisión de notables la cual fue una propuesta del Ejecutivo?

Hace 20 años escribí Stato Nostro: la cara oculta de la Beneficiencia en Ecuador (Abya Yala, 2004) y sufrí una serie de consecuencias como amenazas, por lo que tuve que dejar el país. La Junta de Beneficencia es el mejor ejemplo de una reunión de “patricios” guayaquileños, élites económicas y sociales con comportamientos del siglo XVII. Esas élites también están en la Sierra en la figura de banqueros como Fidel Egas y sus cientos de empresas. Con la anomia actual del Estado, quienes mandan son los integrantes de esos grupos.

Además, carece de todo asidero legal la propuesta de conformar una comisión de la sociedad civil tal como dijo el presidente Moreno. Hace 20 años, esos grupos muestran su lado amable a través de visiones filantrópicas de juntas, de comisiones con discutible misión social.

Entre Estado y Sociedad debe existir una relación recíproca. Los partidos políticos deberían ser los intermediadores entre ambos. Sin embargo, justamente allí surge la corrupción, representada en intereses privados que permean la esfera pública para defender sus espacios, sus canonjías. Guayaquil era el paradigma de esta política, el mejor ejemplo de ese modelo feudal y cosmético, que el COVID-19 se encargó de desnudar.

¿Qué le parecieron las declaraciones de Correa en relación de Jaime Nebot?

No estuve de acuerdo, los Social Cristianos siempre han sido opositores. Entiendo que fue un acto desesperado, al parecer un familiar suyo tenía la enfermedad y se sentía muy preocupado, así que cedió a la angustia. Me parece una expresión desatinada.

Muerte cruzada, ¿la cree posible?

El debate de la Muerte Cruzada está planteado, pero dudo que se haga realidad. La Asamblea no tiene el coraje. Lenín Moreno está acompañado de elites económicas que manejan el Estado como si fuera su caja chica. El escenario es muy complejo, en poco tiempo comenzarán los estallidos sociales, robos y asaltos. A medida de que termine la cuarentena llegará una protesta, las condiciones están dadas.

¿Qué rol jugará Rafael Correa en el escenario electoral de 2021?

Correa tendrá muchas trabas para intervenir en la política. Después de la sentencia, es todavía más difícil que lo haga. Sin embargo, su planteamiento ideológico está presente. Otro panorama complicado es el de Compromiso Social, que no lo dejarán intervenir. Ese fue el único objetivo de este Gobierno, lleva tres años en lo mismo.

Otto Sonnelholzner, ¿le parece una carta electoral con opciones?

Es un representante de las élites guayaquileñas, está en ese cargo gracias a Jaime Nebot. Me parece criticable lanzar una campaña electoral en estos momentos, aprovecharse de la muerte de sus compatriotas para la política resulta terrible, seguro le va a costar el apoyo de la ciudadanía.

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