Roger Gutiérrez, redactor
Quito, 11 de ene (La Calle).- “La Carta de Jamaica” es una de las joyas del fondo documental del Ecuador, que se prepara para su traslado los próximos días.
Es de los pronunciamientos más importantes del Libertador Simón Bolívar. Fue redactada en 1815 en Kingston, capital de Jamaica, de autoría del libertador.
El documento expone los ideales como respuesta a las inquietudes que le plantea en otra misiva Henry Cullen, Director de la Gaceta Real de Jamaica, quien le consultó sobre algunos asuntos de la realidad de Hispanoamérica.
La edición original se pensaba era la del Archivo General de la Nación de Bogotá, Colombia, hasta que en 2014 se encontró en Ecuador la carta original.
El documento fue hallado por el historiador ecuatoriano Amílcar Varela en los archivos del Banco Central del país, como un documento anónimo y sin fecha.
Para comprobar su originalidad tuvieron que pasar 20 años de investigaciones y revisiones de la historia.
Los investigadores e historiadores creen que el documento estaba en Ecuador debido a que Manuela Saenz se encontraba en 1835 en la región.
En 1815, Simón Bolívar arribó a Jamaica y dedicó su tiempo a divulgar por correspondencia el propósito de la guerra.
La famosa “Carta de Jamaica” exponía la búsqueda e intención del libertador por romper los lazos que Latinoamérica tenía con la corona española.
Ante el descubrimiento, Venezuela en 2014 envió una delegación de académicos expertos en el arte en busca de comprobar su autenticidad y fundamental importancia.
La carta de Jamaica “ecuatoriana” se exhibió en el contexto de la inauguración de la sede de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).
Traslado del documento a nueva sede
El Ministerio de Cultura y Patrimonio y la nueva dirección del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural determinaron como nueva sede de bienes documentales de alta importancia nacional, al Centro de Investigación y Memoria del Patrimonio Cultural.
Este edificio se encuentra un edificio ubicado entre las calles 10 de Agosto y 9 de octubre, barrio La Mariscal.
El Ministerio de Cultura resaltó que “con esta decisión los bienes culturales y patrimoniales se ponen a buen recaudo una importante parte del patrimonio documental ecuatoriano que corre peligro”.