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La banca y la iglesia, los engranajes del gobierno de Lasso

Quito, 11 may (La Calle).- ”Aquellos que prometieron defendernos, están ocupados en un espectáculo que ya no hace reír a nadie”, dijo la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE), ante la situación política del país.

La institución exhortó , ”a nombre de los 18 millones de ecuatorianos”, a quienes están en el poder, que respeten y defiendan el orden constituido. De igual manera, invitaron a todos los actores político a realizar un gran acuerdo nacional.

”Hemos quedado al amparo de las mafias y de las bandas criminales”, dijeron en un comunicado oficial del 10 de mayo.

La iglesia y la política

El historiador Jacques Ramírez resaltó que a partir del siglo XIX,durante el período presidencial de Eloy Alfaro, el Ecuador pasó de ser teocrático a laico. Este concepto señala que el Estado no reconoce formalmente ninguna religión como oficial.

Destacó que históricamente han existido dos autores centrales detrás del poder, la banca y la iglesia, ambos elementos conjugados en el Gobierno del presidente Guillermo Lasso.

”Hemos visto en estos dos años un silencio cómplice de la iglesia (…) este es un comunicado diplomático, pero leyendo entre líneas es evidente el respaldo al Gobierno”, dijo respecto al reciente pronunciamiento de la CEE.

Por otro lado, señaló que la religión es parte de la cultura de todos los pueblos. Manifestó que el rol de la iglesia se encarga de dirigir el lado espiritual de los creyentes. Sin embargo, recalcó que no hay que permitir que la iglesia se entrometa en la funciones del Estado.

La Conferencia Episcopal en el Paro Nacional

En la Paro Nacional de junio del 2022, la CEE ocupó un papel importante en la mediación entre el Ejecutivo y organizaciones indígenas. La institución organizó las mesas técnicas para el diálogo.

“Exhortamos al Gobierno Nacional y a las organizaciones indígenas y sociales a valorar el camino recorrido hasta ahora; a continuar con el diálogo como único camino sensato y práctico para resolver los grandes conflictos y demandas históricas de los ecuatorianos, especialmente de los excluidos y empobrecidos”, rezaba un comunicado oficial. (A.G.M).

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