Quito, 16 abr (La Calle).- El alcalde de Quito, Jorge Yunda, dijo este jueves que la ciudad tendrá que eventualmente aprender a vivir con el virus al menos durante los siguientes dos años. El Municipio también prepara un manual para cuando vuelvan a iniciar todas las actividades.
“Tendremos un estilo de vida que nunca será como antes de la pandemia”, expresó el burgomaestre. Quito empezará un proceso de reinserción a una vida cotidiana de manera progresiva. “Nos estamos preparando para una posible coexistencia con el virus, para cuando las autoridades den por terminada la cuarentena”, agregó.
Entre las posibles ordenanzas que Yunda avisora para el fin del aislamiento están el control en los lugares públicos como los restaurantes, en los que se deberá bajar el número de comensales y los cocineros y meseros deberán realizarse exámenes de Covid-19.
De igual forma en los medios de transporte, los buses deberán mantenerse espaciosos y el chofer debe realizarse una prueba. Para evitar aglomeraciones en el transporte público, el horario de trabajo será diferenciado y se creará un nuevo sistema de pago.
El alcalde indicó que viviremos con el virus hasta que llegue una vacuna. “Un año para esto en el mejor de los casos, tener una vacuna puede demorarse seis, siete u ocho años”, acotó.
200.000 pruebas de Covid-19 llegarán a la ciudad. Los primeros en realizarse el examen serán los médicos y personal sanitario, los policías y personas que trabajan fuera de casa. Una prioridad del Municipio es identificar el mayor número de casos positivos y negativos.
Según datos del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Provincial, Quito presenta 682 casos confirmados de Covid-19 y 32 fallecidos. A nivel nacional, existen 388 personas fallecidas y 7.858 casos del virus.
