Santiago Aguilar Morán / @literatango
Es 12 de Octubre y usted puede asumirlo como desee: Día de la Resistencia, Día de la Hispanidad, Día de la Interculturalidad. Todos quienes vivimos en este país, sabemos que el 12 de Octubre pasa algo; los que tuvimos escuela o la oportunidad de conversar con los amigos sabemos que hoy se celebra algo. Todos, menos el presidente de este país, Guillermo Lasso.
Este martes convocó a una marcha para desprestigiar a las movilizaciones de octubre de 2019. Posiblemente los participantes estaban pagados, obvio no lo hacen público, obvio el gobierno no lo va a reconocer.
Al final de esa movilización, Guillermo Lasso tomó la palabra y no hizo ni media alusión a esta fecha tan importante. En cambio, se dedicó a dar una perorata de medio pelo en la que los chistes malos, los lugares comunes y las amenazas estaban a flor de piel. Se dijeron tantas estupideces que es mejor no transcribirlas. Nos hemos acostumbrado a la liviandad en el discurso presidencial, a la escasez de ideas, de proyectos y planes para el futuro y hemos dado cabida a las frases huecas, disparates y generalidades.
¿Asombra? No. Este presidente ganó una elección a punta de repetir una mala rima que no caló sino en el patoso círculo que lo festeja: Andrés no mientas otra vez. Gran síntesis de la ramplonería política que caracteriza al mandatario y sus consortes. ¿Avergüenza?, sin duda, porque trata a sus interlocutores como si de “tochos” se tratara. Piensa que todos tenemos las mismas limitaciones de la que hacen gala el banquero y su gabinete.
La última perla burda retumba en los oídos y altera el ánimo. En medio de una crisis económica grave, que se ve cada esquina, honda por el vacío de la canasta y la incapacidad de pago de los ciudadanos, el presidente Lasso halló la metáfora más vergonzante del bolso de la estulticia: “Aquellos que dicen admirar al Joker de la película de Batman, les decimos que los malos solo ganan en las películas”.
Es evidente que no vio la película, que no la entendió, o que simplemente cree que quien lo escucha es igual de mentecato.
Recuerdo cómo hace un tiempo que parece cada vez más lejano, nos acostumbramos a las citas de Heinz Dieterich, a hablar de utopía, de futuro; a las citas de Galeano, de Tránsito Amaguaña, de Dolores Cacuango, de Eugenio Espejo, de Simón Bolívar; la palabra de las grandes mujeres y hombres que han defendido esta tierra.
Ahora tenemos a alguien que busca una referencia en lo más elemental del pop art: cita una película de Batman. Le voy a hablar a su nivel, presidente Lasso: este desastre que está ocasionando con su política no se llama ciudad Gótica; su jefe de “Inteligencia” no es ningún comisionado Gordon; sus detractores no son asesinos, sicópatas, o enajenados como el Guasón.
Le voy a explicar una cosa más, en su nivel, presidente Lasso, a ver si entiende (porque como dijo Víctor Jara, usted habla español, pero piensa en inglés): Joker en la lengua del poeta John Milton significa bufón. Una palabra que lo define con precisión.