De frente con el presidente y a las espaldas del pueblo (opinión)

Por Sebastián Tamayo Villarroel / @tamayo95se

De Frente con el presidente es la puesta en escena semanal de Lenín Moreno que apela a la «libertad de expresión» y a un acto comunicativo emergente, ante la carente credibilidad del Ejecutivo. Durante la última emisión del 16 de diciembre, Moreno, junto a un ministro y una ministra, se dedicaron a elogiar el accionar y las justificaciones clásicas del presidente.

Así que, la economía, la educación, el empleo, la atención a los grupos vulnerables e incluso los femicidios, según el presidente, se limitan a simples disculpas públicas. No hay soluciones. En cuanto a la violencia de género, pese a que se encuentra normada, carece de presupuesto y los resultados de la desatención, a la fecha, suman 101 fallecidas. ¿La solución? un bono único para los huérfanos.

Además de ello, comentaron sobre los nuevos participantes, 225 mil hasta septiembre, en la red de protección social y su protección para marzo de 2020. Con ello, la condición de pobreza se configura como una condición social estática. El bono funge el rol altruista del gobierno, no hay inversión para mejorar su condición, simplemente, para Moreno los pobres son pobres.

En definitiva, «de frente con el presidente» consiste en otro espacio cuántico, mediático, cuyo objetivo es hablar de los que quiere el presidente, así lo dijo expresamente. No hay proyectos, ni política pública, simplemente hay responsables de su inoperancia y un par de bonos. En cuanto a la participación de los periodistas, resulta complejo identificar su rol. Seguramente el equipo de comunicación de la presidencia limitan su libre ejercicio.

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