Por: Daniela Rizzo / @loinquieto
Este es un libro para los amantes de los cuentos de hadas, pero con un golpe de realidad (cruda realidad). Cornelia Funke escribe así: nos lleva a un mundo de magos, hadas, seres mágicos y unicornios pero con una inmensa cantidad de referencias a la actualidad política y social.
En el caso de esta narración corta, Funke nos brinda la posibilidad de vivir en los pies de una niña muy, muy pobre. Tabetha no tiene hogar ni protección en una ciudad nevada llamada Londra. Una de las maneras en que se gana (de forma paupérrima) el alimento es recolectar objetos valiosos entre la mugre que arroja el río.
Tabetha ha perdido toda esperanza, nació sin ella. Pero una luz se convierte en su aliento cuando un hombre le promete mucho dinero si encuentra la copa de plomo y oro entre los desperdicios del río. No es la única, los cientos de niños que viven en la calle también desean encontrar este tesoro.
Cornelia Funke es una escritora única porque no se contenta con imaginar un mundo mágico, también lo hace real a nuestros ojos. Por eso, esta anécdota sobre la solidaridad, la suerte y la pobreza nos calienta el corazón en busca de justicia social para todos.
