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El gobierno de Lasso ¿en manos del movimiento indígena?

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Quito, 31 oct (La Calle). – La jornada de protestas que duró 72 horas esta semana en Ecuador dejó 37 detenidos y cinco heridos. La Plaza de Santo Domingo fue el escenario de choques entre policías y manifestantes tras la marcha de 1.500 personas. Estas acciones tuvieron lugar en un estado de excepción para reducir la inseguridad en el país.

En su informe, la ministra de Gobierno, Alexandra Vela, dijo que la violencia vino de parte del movimiento guevarista. «En la manifestación en la Plaza de Santo Domingo se ha producido hechos de carácter vandálico por un grupo de jóvenes del Movimiento guevarista. Vestían de negro y llevaban mochilas verdes, algunos fueron detenidos».

Durante los tres días de protestas, algunas vías importantes del país fueron bloqueadas por los manifestantes. Ante esto, el gobierno respondió con la policía y miembros del Ministerio de Transporte para abrir las vías.

Tanto el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) y la Confederación De Nacionalidades Indígenas (Conaie) indicaron un puente por el feriado de Difuntos y declararon que aún se mantienen en resistencia.

El Movimiento Indígena

Desde 1990, el movimiento indígena bajo la representación de la Conaie ha mantenido una visibilización de sus derechos cuando éstos se han visto en riesgo. Tres presidentes han terminado en la destitución de sus cargos tras movilizaciones donde el movimiento indígena ha tenido un gran peso. El primero fue Abdalá Bucaram, a quien el congreso en 1997 lo declaró con incapacidad mental para gobernar. Sectores sindicales y los indígenas se mantenían en oposición al expresidente.

 En el 2000, el sector indígena cerró las principales vías y marchó hacia Quito, donde los ciudadanos ya protagonizaban marchas en contra de Jamil Mahuad. La dolarización era ya un hecho tras los sucesos de 1999 con el Feriado Bancario. Un triunvirato lo echó del poder.

De allí saldría el próximo presidente del Ecuador en 2003, Lucio Gutiérrez, quien inició su gobierno con el apoyo de Pachakutik. Las cosas no resultaron bien. La política neoliberal, el acercamiento con Estados Unidos, la ‘pichicorte’, el nepotismo y el regreso de Bucaram al país fueron la gota que colmó el vaso. Una vez más, un grupo de quiteños bajo la denominación de forajidos, echaron abajo ese Gobierno en 2005. Ayudados por el movimiento indígena.

En 2021, con el protagonismo de la Conaie y las organizaciones sociales vale preguntarse si el escenario se pone en contra para el gobierno de Guillermo Lasso o si los diálogos venideros darán fruto.