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El circo en el Legislativo | Opinión

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Venga, venga. Tome asiento donde guste y disfrute de este pequeño teatro que tiene lugar en Quito, en la Gran Colombia y Piedrahita. Han pasado solamente 100 días, pero la Asamblea Nacional quiere entregarnos una tragedia con olor a comedia.

Tres denuncias de corrupción aparecieron en solo una semana. Al parecer Bella Jiménez, el asesor de Darwin Pereira y Elías Jachero estarían ofreciendo cargos públicos, como quien entrega flores el 14 de febrero. Con varios documentos, parecería que Jiménez si se llevó una tajada en ese queso llamado corrupción. USD 3.000 y USD 6.000 le habrían entregado dos ciudadanos que buscaban trabajo en el Legislativo.

En cambio, el asesor de Pereira los ofrecería a la “gente leal”, no sabemos todavía quiénes son, pero si que tenía 10 médico y 20 personas para el Ministerio de Trabajo. Elías le estaría ofreciendo trabajo al hijo de un amigo, que insistentemente le escribía para conseguir ese objetivo para su retoño.

Cuando los pantallazos salieron a la luz, las escusas disparatadas aparecieron también. Si no se aburrió todavía, le contaré. Bella Jiménez dijo en un comunicado que sus asesores habían utilizado sus aparatos móviles y su identidad para escribir esos mensajes. Una legisladora que no quiere tomar culpas, sino que quiere expiarlas en alguien más.

Si estuviéramos en Roma, los legisladores de Pachakutik dirían ‘Et tu, Brute’ (¿Tú también, Bruto?) a Darwin Pereira, quien al parecer no sabe con quienes trabaja. Su asesor Peter Armijos habría entregado 30 puestos en el sector público. No negó la veracidad de esos chats, pero Pereira dio una excusa mucho más cómica ‘literalmente’. “Lo habría hecho en una especie de broma con otro amigo por chat”, dijo a los medios el asambleísta.

Ahora son comediantes, unos payasos que recorren el Pleno del Legislativo. Los ecuatorianos aún esperamos entender el chiste, porque la corrupción no nos parece gracioso. No le parece gracioso al niño que vende frutas en las calles, ni a la madre soltera que ha quedado sin trabajo. Ni a los médicos a los que no les dan nombramiento.

Este ridículo espectáculo abre la puerta a una tragedia, el posible llamado a una muerte cruzada y la eliminación de los legisladores. Esperemos que esa posibilidad les corte la risa y empiecen a trabajar de verdad.

Por ahora cerramos el telón. (MIB)