Ecuador vive una masacre carcelaria sin control

Quito, 23 feb, (La Calle).-Lo que ocurrió hoy en las cárceles ecuatorianas supera la cordura. Cuesta escribir y aceptar que los centros carcelarios del Ecuador se han convertido en una carnicería. Es una masacre que representa el 4 por ciento de las muertes violentas en todo el año en el país.

Según información de la Policía Nacional, hoy fallecieron al menos 62 personas privadas de libertad en Latacunga, Cuenca y Guayaquil.

Cerca de las 16h30 se había previsto una rueda de prensa de parte de las autoridades policiales.

Hechos predecibles

En diciembre del año pasado, reclusos protagonizaron un motín en el Centro de Rehabilitación de varones de Esmeraldas; se registra seis fallecidos y más de una decena de heridos a causa de un tiroteo.

Al día siguiente, los PPL de la cárcel de Esmeraldas intentaron fugarse por una de las vallas de alambre de la puerta principal del Centro.

El 19 de agosto pasado, el Servicio Nacional de Atención a Personas Adultas Privadas de la Libertad (SNAI) pidió el traslado de un grupo de internos desde Sucumbíos.

El SNAI considera a estos reos como de difícil adaptabilidad. La medida la dictaron y ejecutaron a pocas horas de un amotinamiento en el Centro de Privación de la Libertad (CPL) de Sucumbíos, cuando un grupo de internos intentó perpetrar un amotinamiento en el CPL de Lago Agrio.

El 11 de agosto, El ejecutivo declaró estado de excepción en todo el sistema penitenciario a nivel nacional.

Múltiples amotinamientos y riñas se suman al reciente asesinato del ciudadano israelí Shy Dahan, presuntamente implicado en casos de corrupción, para configurar un panorama alarmante en las cárceles del país.

 El 4 de agosto, Fiscalía General del Estado inició la investigación del motín en la Penitenciaria del Litoral por una riña entre la banda de Los Choneros y Los Lagartos. Esa riña generó 11 fallecidos en la Penitenciaría del Litoral.

El 3 de agosto, disparos se escucharon en el interior de ese Centro de Rehabilitación Social de Ambato.

Anteriormente las cárceles de Ambato, Tulcán y Latacunga fueron escenario de incidentes en los que los privados de la libertad exigían atención médica en el marco de la emergencia. El martes 8 de junio los internos del Centro de Rehabilitación Social (CRS) Turi en Cuenca realizaron un amotinamiento para exigir implementos de bioseguridad y atención médica frente a la emergencia sanitaria.

El 19 de abril, un grupo de privados de la libertad protagonizaron un motín en el Centro de Rehabilitación Social de Ambato.

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