Dos Completos Desconocidos: 30 minutos entre xenofobia y violencia policial

Alberto Morini

La historia de Dos Completo Desconocidos empieza una mañana en Nueva York. Carter despierta en una cama cualquiera, después de una noche de  unos tragos en un bar y quiere volver a casa para ver a su perro.  Es un hombre de “veintitantos”, cool y “pintero” que se encuentra en medio de lo que él llama un “dejavú racista” después de su encuentro mortal con el Oficial Merk.

Alerta de spoiler: Carter muere asesinado una y otra vez. Cada vez de una forma diferente, al salir del departamento donde pasó la noche.

Su primera muerte nos da un auténtico sacudón del que solo salimos al enterarnos que todo, al parecer, es un sueño.  

“I can’t breathe. I can’t breathe. I can’t breathe” repite Carter, mientras el oficial Merk lo asfixia hasta matarlo haciéndole una llave que parece de lucha callejera.

Estas tres líneas de diálogo nos transportan al 25 de mayo del 2020, cuando el mundo se enteraba a través de videos aficionados, de que en el vecindario de Powderhorn, Minesota, George Floyd era asesinado después de ser arrestado por cuatro policías de su localidad.

Frente a la indignación que causó este suceso a nivel mundial, fue la chispa para que Travon Free y Martin Desmond Roe idearan esta vorágine demente de intentos desesperados por sobrevivir a un ataque racista.

Los directores transforman la ficción en casi una caricatura. El policía y al hombre negro se encuentran en un bucle temporal que se repite y se repite. Eterno retorno.

Tal premisa ya apareció en: El día de la marmota, o en El efecto mariposa, en Cuestión de tiempo, o en la reciente serie de Netflix, Muñeca Rusa, sin embargo, el suceso que la desencadena es lo que hace que este corto destaque en el mar de la plataforma de streaming.

El giro final no te lo cuento porque quiero que tu cabeza también estalle, como la mía.

Este corto se hizo ganador al mejor cortometraje en la categoría de ficción.

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