Publicidad

Moreno lidera ranking de desaprobación en Latinoamérica

Apoya a Radio La Calle ($2,00)

Quito, 12 nov. (La Calle).- El presidente Lenin Moreno encabeza la lista de los mandatarios de Estado con mayor desaprobación en América Latina.

Un estudio realizado por el Directorio Legislativo -organización autodenominada como independiente y apartidaria- detalla el nivel de desaprobación de 14 mandatarios latinoamericanos. Lenin Moreno encabeza la lista con el 90% de desaprobación. El presidente de Chile, Sebastián Piñera, está en el segundo lugar con el 70% de desaprobación.

Por otro lado, se detalla también a los presidentes con mayor grado de aceptación. Nayib Bukele, mandatario de El Salvador, lidera la lista con una aprobación del 92%. En segundo lugar se encuentra Luis Abinader, Presidente de República Dominicana, con un 72% de aceptación.

El estudio revela que varios de los Gobiernos que tomaron medidas drásticas contra la Pandemia, vieron fortalecida su aprobación durante los primero meses (marzo–abril). Se detalla que la incertidumbre generada por el confinamiento desvaneció varias tensiones políticas internas que degradaban la imagen de los mandatarios.

Por otro lado, el presidente Jair Bolsonaro de Brasil, constituye un caso particular. El ejecutivo vio fortalecida sus niveles de aprobación durante los dos últimos meses. Esto a pesar de que mandatario no tomó medidas drásticas para combatir al COVID-19.

Conflictos sociales y pandemia

Moreno no pudo mejorar sus niveles de aprobación aún después de que el confinamiento, producto de la pandemia, diluyó en cierta medida varios conflictos que acontecieron a raíz de octubre de 2019. Según el informe, la administración de Moreno durante la pandemia ayudó poco a que su aceptación mejorara. Imágenes de personas fallecidas en las calles de Guayaquil y otras ciudades. Esto, sumado a los escándalos de corrupción en hospitales, desplomó las esperanzas de mejorar los niveles de popularidad del mandatario. Caso similar sucedió en Chile con el presidente Piñera. La pandemia no pudo evitar que la convulsión social desencadenase una ola de protestas que incluso desencadenaron en una consulta popular para cambiar la Constitución de dicho país. (E.Q.)