Samanta Calderón, redactora
Quito, 8 abr (La Calle). – Los dos únicos medicamentos que han demostrado eficacia para disminuir mortalidad en pacientes con COVID son los corticoides y Tocilizumab (Actemra), explica Jorge Luis Vélez, jefe de Terapia Intensiva del Hospital Pablo Arturo Suarez.
Desde marzo, la Actemra escasea en el Ecuador debido al alto número de pacientes en estado crítico a causa del COVID. Su demanda ha generado un sobreprecio de este fármaco en el país.
Varios comerciantes utilizan las redes sociales como Twitter para ofertar este fármaco con entrega inmediata. En la página de Mercado libre Ecuador varían entre $700 y $ 1.000 dólares la caja de una ampolla de 400 miligramos. Su costo antes de la pandemia era de $ 340.
Según Vélez, solo los pacientes que tienen baja cantidad de oxigeno en la sangre y que tengan un medidos de inflamación muy elevada pueden usarlo. “El medicamento se suministra una sola vez. Solo en casos extremo se puede utilizar después de 24 horas. La cantidad que se coloca a los pacientes varían según su peso, por lo que puede ser entre 500 y 800 miligramos”, dijo.
El médico David Larreátegui explicó que la COVID genera una respuesta inflamatoria que afecta el pulmón y el alveolo. “Parte de ese proceso inflamatorio es inhibido por este fármaco y hace que este proceso inflamatorio en el pulmón sea menor”, señaló.
Midazolam
Otro fármaco que tiene una demanda importante en el mercado de la salud es el Midazolam. Este medicamento es un sedante que se utiliza en pacientes COVID que se encuentran en el área de terapia intensiva.
Antes de la pandemia este fármaco tenía su mismo uso. La diferencia radica en que antes de aproximadamente siete personas en terapia intensiva solo dos necesitaban ser entubadas y por eso su uso era mínimo.
Ahora, los pacientes utilizan aproximadamente entre 6 y 8 ampollas al día, debido a que la solución se mezcla con el suero que mantiene al paciente sedado.
Desde marzo del 2020 su costo ha variado entre USD 17, USD 15 hasta USD 32.