Quito, 21 abr (La Calle).- Los despidos en medio de la emergencia sanitaria por el Covid-19 no paran. El pasado 7 de abril, 29 trabajadores de la empresa cartonera Incasa recibieron un correo electrónico con sus despidos. Algunos de ellos trabajaron más de 12 años en la empresa o tienen una dispacidad.
El primer caso público fue el de Confiteca que despidió al menos a 140 trabajadores. Ambas empresas apelaron a una de la causal de “fuerza mayor” del artículo 169 del Código de Trabajo. Sin embargo continúan operando.
“La mayoría de las empresas abusando de estas medidas y del dolor de la gente nos despiden” dijo Henry Calle, miembro del Sindicato Lucha Obrera Incasa y uno de los afectados. En el correo, a pesar de que la empresa ofrece pagar una liquidación, esta no llega a los bolsillos de los afectados, que incluso denuncian no haber recibido sus sueldos desde diciembre del 2019.
Este panorama aparece después de que el presidente Lenín Moreno aclarara en diferentes ocasiones que no permitiría despidos. Aunque el mandatario ofreció en su plan de gobierno, un millón de empleos – cifra que se reduciría a 250.000- los despidos, especialmente en el sector público con la justificación de un “estado obeso” aumentaron en estos tres años de mandato.
Los despidos intempestivos en el sector privado son el inicio de una crisis laboral más grande, si se aprueba, el proyecto de Ley Orgánica de Apoyo Humanitario, propuesto por el presidente Moreno y que ya se encuentra en trámite en la Asamblea Nacional.
Los ex trabajadores de Incasa se reúnen cada martes desde el 8 de abril en los exteriores de la empresa para exigir sus derechos laborales, derechos que, como gritan en las consignas, “son irrenunciables”.
