Quito, 29 nov (La Calle).- La madre de María Belén Bernal, Elizabeth Otavalo, solicitó ayuda a las universidades públicas y privada del Ecuador para contribuir a resolver el femicidio de su hija.
En una carta dirigida a los rectores, Otavalo pidió un sonómetro tipo 1 para realizar las pericias de audio en las habitaciones del castillo de Greyskull, de los tenientes de la Escuela Superior de Policía. La «falta» de este equipo técnico por parte de las autoridades ha impedido continuar con la investigación.
«Les suplico su ayuda y acudo a ustedes a fin de que si cuentan con este equipo y técnicos especializados faciliten a Fiscalía esta pericia para descubrir los culpables del asesinato de mi hija. Me siento desesperada, día a día aparece algo que obstaculiza el conocer la verdad y justicia», reza la carta enviada el 28 de noviembre de 2022.
Trabas en el proceso
La madre de Bernal expresó que Fiscalía ordenó hacer la pericia con las herramientas técnicas y el personal especializado a la Policía Nacional. Sin embargo, existe una «negativa absoluta» de la institución policial, pues no se ha realizado hasta ahora. Incluso han pedido apoyo a personal externo, pero sin resultados.
El perito del caso explicó que «una de las limitaciones para la ejecución del estudio es el acceso a un sonómetro tipo 1 con certificado de calibración». Este equipo es utilizado a nivel internacional en casos judiciales -y exigido por normas técnicas ecuatorianas- para realizar el peritaje de sonido. Sin este aparato, el grado de precisión no es posible.
Para Otavalo, las negativas de la Policía sobre los pedidos de Fiscalía son excusas que no permiten avanzar el proceso de investigación, que cuenta con un tiempo determinado. Finalmente, la madre de María Belén denució que esta no es la única limitación que han presentado las autoridades para esclarecer el caso.
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Caso Bernal
La abogada María Belén Bernal fue desaparecida el 11 de septiembre de 2022. La Escuela Superior de Policía, en Quito, fue el último lugar donde estuvo. El 21 de septiembre, encontraron su cadáver en el cerro de Casitagua.
Todas las evidencias apuntarían al teniente Germán Cáceres, exesposo de Bernal, con quien estuvo la última vez. Elizabeth Otavalo, madre de María Belén, comentó que recibió una llamada de Cáceres ese día y le dijo que tuvo una discusión con su esposa y que ella se bajó del auto que él conducía para subirse en un taxi.
Días después, gracias a la presión ciudadana y mediática, se ordenó la captura de Cáceres. Sin embargo, ya era tarde porque huyó. Ahora es prófugo de la justicia y se desconoce su paradero. La única que enfrenta cargo por complicidad del delito es la cadete Joselyn Sánchez, quien se habría involucrado sentimentalmente con Cáceres.
