Quito, 17 mar (La Calle).- Formando una pequeña fila, alistando sus mascarillas y sus pequeños carteles, los pacientes de diálisis se postraron en los exteriores del Ministerio de Economía para exigir el pago de sus tratamientos. Una realidad que se repite en las 24 provincias del país por el desabastecimiento de medicamentos o las pésimas instalaciones en los hospitales y centros de salud.
Con el sudor rodando por sus frentes, un fuerte silbido irrumpe en la atmosfera, mientras el grito de “paga moroso” resuena en la Plataforma Gubernamental. El gobierno adeuda cerca de USD 125 millones a las clínicas de diálisis. No es el único panorama latente en el país. Hay quienes tuvieron que comprar una jeringa, gasa, medicamentos o máquinas para ser atendidos en los centros hospitalarios.
La falta de medicamentos y pésimas condiciones de algunas casas de salud, contradicen las declaraciones del ministro de Salud, Franklin Encalada, quien asegura que el sistema tiene un abastecimiento del 80 %. Sin embargo, especialistas y representantes del área refutan esta teoría.
Un laberinto y una odisea
Mariana Simbagua, familiar de un paciente oncológico, mencionó para La Calle que hasta hace tres meses tenían que adquirir una inyección para los huesos de su padre valorada en USD 65 Mágicamente, hace pocas semanas, la distribución de este y otros medicamentos volvió a su normalidad.
“Lo conseguíamos adentro del hospital. Ellos (los encargados) nos daban el número de los distribuidores y teníamos que comprar”, comentó.
Como este caso, hay cientos a nivel nacional. Silvana X. (nombre protegido), relató que durante el gobierno de Guillermo Lasso, para que un paciente se atienda, los médicos le enviaban de un dispensario a otro. Lugares donde tampoco existían los medicamentos necesarios para un ciudadano.
“Tenía que comprar afuera las medicinas (…) Una pérdida de tiempo completo y eso, sin contar el agendamiento de citas que es otro dilema (…) Lo que me duele es las aportaciones que hacemos”, finalizó.
Una fuente -que prefirió el anonimato- relató para La Calle, que, en el Hospital Eugenio Espejo hace unos meses no existía la medicación adecuada para suplir el tratamiento de personas con enfermedades catastróficas. Además, mencionó que hay pacientes que tienen que esperar meses para que obtengan la medicación adecuada.
“Criminalizaron la salud”
Los patrones en los gobiernos de turno se repiten: tanto el recorte presupuestario y la improvisación de los titulares de esta cartera de Estado han sido las recurrentes en este sector.
Los presidentes de la Federación de Profesionales de la Salud y del Colegio de Médico de Pichincha, Santiago Carrasco y Carlos Cárdenas; explicaron que el peor error de los presidentes fue politizar la salud. Carrasco reprochó la falta de gestión de los ministros que han pasado por esta cartera de Estado y no han actuado ante el escenario incierto del país. Cuestionó que estas designaciones se convirtieron en una “cuota política” ligada a la improvisación.
“No tienen idea de cómo manejar la dirección de los centros. Están más preocupados por la foto o por ganarse la confianza de otros”, expresó.
De la misma manera, refutó que la declaración de Encalada sobre un abastecimiento del 80% en los hospitales. Explicó que de acuerdo a las declaraciones de los médicos, el abastecimiento cubriría apenas el 20% o 30% o en el mejor de los casos el 40 %. Asimismo, calificó de ilógica esa cifra, pues si una casa de salud tuviera esta capacidad la razón sería porque no atienden a sus pacientes.
“Si todo está al 100 % quiere decir que la atención a pacientes sería de un 0%”, dijo.
“Cajas vacías que adornan la percha”
Carrasco y Cárdenas alertaron que los encargados de la distribución de medicamentos llenan las perchas con cajas vacías o los medicamentos mientras las autoridades visitan los hospitales. Después, los trasladan a otro centro de salud para una nueva visita y se mantiene en esta dinámica.
“Necesitamos que declare el Plan Fénix en la salud. Esta situación ya no aguanta el país (…) Ojalá llegue alguien que tenga conocimientos claros”, refutó.
Cárdenas recordó que en una de rueda de prensa previa, demostró la falta de medicamentos en el Hospital del Sur. No obstante, esa misma noche, llenaron las perchas para mostrar a las autoridades que sí tenían los medicamentos, confundiendo más a los ecuatorianos.
“Es obra de quienes intentan tapar lo evidente. Los pacientes se quejan en las unidades operativas”, alegó.
Además de los expertos, David González, presidente de la Red de Enfermeros, también señaló que, pese a las peticiones que realizaron para que el Gobierno y otras instituciones generen auditorías a dicho proceso, las autoridades hacen caso omiso a su pedido.
También indicó que la Federación de Profesionales de la Salud solicitó de manera reiterada una veeduría que investigue y controle la compra y distribución de medicamentos. Sin embargo, los responsables no han puesto en práctica esta petición.
“El Ministerio de Salud debería tener un abastecimiento de medicamentos y ellos distribuir, no hacerlo por terceros porque ahí también abunda la corrupción”, detalló.
Entre fantasmas y recortes del sistema de salud
Ecuador no se ha podido recuperar del golpe de la pandemia por covid-19 y las acciones de los gobiernos de turno empeoraron la situación. Durante los cuatro años de gobierno de Lenín Moreno y los dos de Guillermo Lasso, el sector salud fue uno de los sectores que más modificaciones tuvo en su presupuesto. Según datos del Ministerio de Economía y Finanzas, el 2020 fue el año en el que menos recursos se destinó a salud.
Este sector afrontó grandes estragos en ese mismo periodo de tiempo. En 2018, tuvo un presupuesto de USD 3.037. Sin embargo, en 2019 destinaron USD 2.899. Mientas que, en 2020 año de la pandemia de la covid-19, presupuestaron tan solo USD 2.833, mientras cientos de ciudadanos denunciaron la falta de medicinas en los hospitales.
Con la llegada de Lasso, el presupuesto fue de USD 3.213, mientras que en 2022 destinaron USD 3.162. Esta decisión y las pésimas condiciones de la infraestructura hospitalaria cobraron factura en la época invernal. Videos que circularon en redes sociales, captaron el momento en que en el centro de operaciones o espera se formó una piscina por las fuertes lluvias.
En 2023, el presupuesto se redujo a USD 3.601. Al frente del sistema de salud figuró el vicepresidente Alfredo Borrero. Un político que tuvo su participación reducida en el régimen, pero prometió “arreglar” este sector en seis meses. No obstante, las casas de salud terminaron solo con el 78 % de abastecimiento de medicamentos y los problemas para ser atendidos no cesaron.
Actualmente, el presupuesto contemplado en la proforma de 2024 para salud es de USD 4.491,82 millones. No obstante, la liquidez del gobierno está sujeto a la crisis de seguridad que atraviesa el país.
Réplica
La Calle intentó contactarse con el ministro Encalada o algún vocero de la cartera de Estado, en reiteradas ocasiones, para obtener la versión oficial. Sin embargo, las autoridades no respondieron al llamado.
