Tomado de: BBC Mundo
Las tensiones y la incertidumbre crecen en las fronteras orientales de Ucrania y, también, en Kiev, la capital.
Más de una docena de naciones, incluidos Australia, Estados Unidos, Italia, Israel, Países Bajos y Japón, han dicho a sus ciudadanos que abandonen Ucrania. Algunos también han evacuado al personal diplomático y sus familias.
Y es que Moscú ha acumulado más de 100.000 soldados y desplegado equipo de guerra pesado a lo largo de la frontera con Ucrania, aunque niega cualquier intento de invasión.
Las tropas rusas también están realizando ejercicios militares en Bielorrusia, en el norte, mientras que otros ejercicios navales en el Mar de Azov en el sureste han dado lugar a acusaciones de que el Kremlin está bloqueando el acceso de Ucrania al mar.
El aumento de las tensiones llevó este sábado a una nueva llamada entre al líder ruso, Vladimir Putin, y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien volvió a advertir a Moscú de los costos de una invasión.
La llamada
Según informó la Casa Blanca, Biden le aseguró a Putin que su país y la comunidad trasatlántica le impondrían “sanciones rápidas y severas” a Rusia si ataca al país vecino.
“Si bien Estados Unidos sigue preparado para participar en la diplomacia… estamos igualmente preparados para otros escenarios”, dijo un comunicado.
El Kremlin describió que la llamada tuvo lugar en medio de una “histeria máxima” de Estados Unidos y sus aliados. Dijo que Putin le había dicho nuevamente a su contraparte que no habían abordado las preocupaciones de seguridad de Rusia, aunque continuarían hablando.
El presidente francés, Emmanuel Macron, también habló con Putin por teléfono el sábado y le dijo que “un diálogo sincero no era compatible con una escalada”, según notas publicadas por la embajada francesa.
Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, volvió a llamar a la calma y consideró que las advertencias de invasión podrían avivar el pánico, al que llamó “el mejor amigo de nuestros enemigos”.
Una invasión “inminente”
La Casa Blanca advirtió el viernes que una invasión podría ocurrir en cualquier momento y podría comenzar con bombardeos desde el aire. Sugirió a los estadounidenses abanadonar el país en un lapso de 24-48 horas.
Rusia, no obstante, caracterizó tales acusaciones como “especulaciones provocativas”.
En medio de esta situación, numerosos países han cerrado también sus embajadas en Kiev.
Washington ordenó al personal no esencial que abandone la representación diplomática en la capital y suspenderá los servicios consulares a partir del domingo. “Una pequeña presencia consular” permanecerá en la ciudad occidental de Lviv “para manejar emergencias”.
Canadá también está trasladando el personal de su embajada a Lviv, cerca de la frontera con Polonia, informaron los medios canadienses.
La embajadora de Reino Unido en Ucrania, Melinda Simmons, tuiteó que ella y un “equipo central” se quedarían en Kiev.
La propia Rusia anunció que retiraba su personal diplomático del país citando “posibles actos de provocación por parte del régimen de Kiev o de terceros países”.
EE.UU. también retiró de Ucrania a unos 150 asesores militares que estaban entrenando a soldados ucranianos. La aerolínea holandesa KLM anunció que dejaría de volar a Ucrania, con efecto inmediato.