Génesis Gómez, redactora
Quito 28 de abr (La Calle).- Así como los casos de Covid-19 aumentan a nivel nacional, en la ruralidad se registra un brote de malaria. William Cevallos, docente investigador del Instituto de Biomedicina de la Universidad Central del Ecuador (UCE), comenta sobre el aumento de casos de esta enfermedad en Esmeraldas.
“Nuestro equipo registró un repunte de Malaria P. Falciparum que está asociado a formas graves de incremento de mortalidad. Este problema no solo se evidenció después de la pandemia sino antes. En realidad la Covid-19 profundizó la desatención de los programas sanitarios. Solo en la zona rural del cantón Eloy Alfaro (Esmeraldas), en el 2019 se reportaron 20 casos, en el 2020 contabilizamos 49 casos y en lo que va de 2021 un total de 15 casos”, manifestó el experto.
De acuerdo con sus declaraciones la despreocupación por parte de las autoridades impide un control adecuado para evitar su extensión. “Desde el 2015 el número aumenta año tras año. De enero a mayo, en época invernal, suben los casos de enfermedades endémicas. Las autoridades deberían anticiparse a este aumento para evitar esta enfermedad. El Estado no se enfoca en la atención primaria en salud y prevención”, añadió.
La falta de medicamentos
El incremento de casos, según el experto, se debe a la falta de inversión en tratamiento de las enfermedades endémicas como el dengue, zika, chikungunya, entre otras. “Es preocupante la escasez de la medicación. Hasta este miércoles me confirmaron que aún no llegan los medicamentos para tratan la enfermedad. Al parecer solo cuentan con hidroxicloroquina y coartem, medicamentos que solo puede proveer el Ministerio y a paso muy lento. El equipamiento básico de medicina es una política de Estado”, imencionó.
Cevallos también lamentó la ocupación de los hospitales por la gran cantidad de contagiados por Covid-19. Para el especialista esta saturación impide el tratamiento de las enfermedades por vectores. “El Ministerio de Salud Pública (MSP) ha debilitado los programas de salud. Con la activación que realiza la entidad, los especialistas organizan rociamientos y entregan mosquiteros, pero la importancia se encuentra en la salud preventiva”, sostuvo.
El docente ratificó la necesidad de la conciencia social sobre este hecho. “La salud es un derecho. Es importante implementar una experiencia de epidemiología comunitaria donde las personas participen activamente del proceso de reconocimiento y prevención”, concluyó.