Génesis Gómez, redactora
Quito 1 de abr La Calle.- Deysi Álvarez vive desde hace 20 años en Rimini, Italia. Hace poco se enteró que sus padres se vacunaron en Ecuador. La madre de dos hijos asegura que el proceso de vacunación en el país sudamericano es preocupante frente a su experiencia en Europa. “Lo que más me indigna es que mientras acá nos realizamos la prueba para detectar el Covid-19 cada 10 días de forma gratuita, allá las pruebas cuestan alrededor de 70 dólares”, sostiene.
La zona donde vive Deysi se mantiene en semáforo rojo. Diez regiones se encuentran en la llamada “zona roja”, con más restricciones, y el resto del país está en “zona naranja” con medidas menos duras. “Estaremos así hasta el 8 de abril. Esto quiere decir que solo podemos salir hacer compras y a la farmacia, pero los bares, restaurantes o sitios sociales se mantienen cerrados”, advirtió.
La organización del país es diferente. A los ojos de Deisy nadie puede salirse con la suya. “Nosotros salimos a la farmacia pero con certificación. De otra manera te multan con 400 euros”, añadió.
Un plan de vacunación eficiente
En Italia, el plan de vacunación avanza para las personas de tercera edad a los públicos y mas expuestos a la enfermedad. Hasta el 31 de marzo, el país registró 23 904 nuevos contagios de coronavirus en las últimas 24 horas. Un aumento de alrededor de 8 000 casos respecto al 30 de marzo, según el Ministerio de Sanidad.
La campaña de vacunación supera los 10 millones de dosis inoculadas mientras que 3.143.159 personas están inmunizadas con las dos dosis.