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Antes de Álex Quiñónez, la violencia acabó con ‘La Bestia’ y un exjugador de Emelec

Quito, 23 oct, (La Calle).– La muerte de Alex Quiñónez no es la primera de un deportista de alto nivel en el Ecuador. Ya durante esta década, el fútbol y el boxeo tuvieron capítulos trágicos, que ahora mientras el país, vive una escalada de violencia es oportuno recordar.

Otro Quiñónez víctima del sicariato

Jaime “La Bestia” Quiñónez fue asesinado en 2012, tras un confuso incidente en un restaurante del sector de “La Mariscal” en Quito. Quiñonez estaba ya retirado y se desempeñaba como promotor deportivo y guardaespaldas. El ex campeón panamericano como amateur y campeón crucero internacional debió dejar el ring por la falta de oportunidades. Aprovechó su proverbial físico que le otorgó su apodo y comenzó,  una vez retirado, a ser visto junto a autoridades de Estado en calidad de guardaespaldas. Durante el gobierno de Lucio Gutiérrez (2002-2005) trabajó de cerca junto al exviceministro de Bienestar Social, Bolívar González, quien fue durante su paso por la AGD , una especie de zar de las deudas.

Ya antes, Quiñónez tuvo otros problemas, fue acusado en 1999 de ser parte de parte de una red de extorsionadores. Siempre negó su participación, sin embargo, su carrera deportiva quedó marcada por este hecho.

Poco después de su asesinato, fueron capturadas seis personas acusadas por este hecho.

Lo confundieron con Moisés Candelario

En junio de este año, asesinaron a Raúl Rodríguez, exjugador de Emelec. El hecho se produjo en una urbanización privada en Samborondón.

El jugador tenía apenas 24 años. A Rodríguez, como reportó Radio La Calle, le dispararon tres personas que se bajaron de un vehículo color gris.

De acuerdo con el Personal de Criminalística de la Dinased le habrían disparado 15 tiros a quemarropa.  Luis Raúl Rodríguez es hermano de César Rodríguez. Este ciudadano era una de las personas que viajaba junto a Daniel Salcedo Bonilla en la avioneta que se accidentó en Perú el año pasado, junto a otros pasajeros.

Por último, un día antes de la muerte de Álex Quiñónez, el árbitro Diego Lara encontró una amenaza de muerte en su domicilio, horas previas al cotejo entre 9 de Octubre y Orense.