Gema Valdez Vera, redactora
Quito, 19 ene (La Calle).- En Crucita, San Clemente y San Jacinto el aguaje que se registró el 15 de enero de 2021 ocasionó inundaciones y daños en las vías. Desde 14 de enero se presentó un aumento del nivel del mar, con fuertes olas, que puso en alerta a los habitantes, turistas y autoridades en caso de que la marea aumentará.
A pesar que el día de ayer la intensidad del mar empezó a bajar. En Crucita, parroquia de Portoviejo, capital de la provincia de Manabí, el agua ingresó hasta la vía del malecón, provocando daños en el asfalto que dejó al descubierto la tubería del agua potable, situación que preocupa a los habitantes, porque temen que con otro fenómeno natural Crucita se quede sin líquido vital. Además, cerca de 1.800 embarcaciones de pescadores, algunos mesones pesqueros y varias viviendas fueron afectadas gravemente.
En el cantón Sucre, como en las playas de San Clemente y San Jacinto, ubicadas al centro norte de la provincia manabita, el mar también causó estragos y daños evidentes.
En esta zona, los pescadores también estuvieron en apuros por los fuertes embates de las olas, algunos tuvieron que sostener sus embarcaciones para evitar que sean arrastradas. Propietarios de negocios y restaurantes que funcionan en pequeñas cabañas cerca al mar sufrieron inundaciones en sus locales.
Afectaciones al turismo
“El agua llegó hasta nuestros locales, y ni siquiera nos dio tiempo de sacar nuestras cosas o productos. Además, esta situación hace que los turistas no vengan, y económicamente eso nos perjudica aún más en esta pandemia. Aquí se vive de la pesca y de lo que vendemos a los turistas”, dijo con preocupación Ramón Cedeño, propietario de un restaurante.
Otra de las consecuencias es que en la mayoría de las playas quedó grandes cantidades de basura traída por el mar. Las autoridades ya han tomado las medidas correspondientes.
Como dato final, pese al riesgo los pescadores salieron a realizar su trabajo porque con el mar revuelto se obtiene mejor pesca y porque ante las pérdidas económicas que sufren por la pandemia, quedarse en casa no es una opción para ellos.