Quito, 19 mar (La Calle). – El excandidato a la Presidencia de la República por Pachakutik, Yaku Pérez, optaría en el futuro por el activismo y la reinvindicación de la lucha indígena como formas de mantenerse vigente en el mapa político del país. Así explica Caroline Ávila, docente y analista.
“Lo que Yaku debería reivindicar es el manifiesto indígena, es decir la la lucha por la igualdad de oportunidades. Esa ´comunidad´ indígena que se ha movilizado a partir de 2019. La otra línea en la que puede trabajar es el activismo ecologista. Son las líneas fuertes en las que trabajó su campaña y ahora puede seguir con el activismo político. Eso sí: tendrá que buscar la forma de mantenerse vigente”, dijo la analista a Radio La Calle.
Agregó que el excandidato están comenzando y tiene una buena propuesta. “No creo que quiera ir a lo local sino más bien reforzarla en una línea nacional”. Para Ávila, el candidato tendría que buscar apoyo en la Costa, donde todavía no tiene mucha cabida.
Vigencia política
La experta explica que la vigencia “es el desafío más grande que tiene un político. No perderse en el mapa. Hay varias formas de hacerse visible, como a través de una generación de eventos que tengan fuerza mediática”. Un ejemplo de ello es el excandidato presidencial César Montúfar. “No necesariamente está en un cargo público, pero es el ´denunciólogo´ por experiencia”.
El activismo social también permite la visibilización de un político. En el caso de Yaku Pérez, la representación indígena que tuvo como presidente de la Ecuarunari y a la que podría volver también le daría vigencia.
Otra opción de Yaku Pérez es la incidencia que tiene en el Movimiento Pachakutik. “Aunque el movimiento no obedece a rostros, ni nombres fuertes y existe mucha fricción, podría, inclusive, hasta tomar el liderazgo de esa organización”.
Un fenómeno en Bélgica
Uno de los casos de vigencia política en nuestro país es el del expresidente Rafael Correa, quien, para Ávila, cuenta con una visibilidad permanente. “Hay factores que hacen factible su vigencia. El mismo gobierno no le deja tranquilo. Si tenemos la vigencia de Correa es porque Lenín Moreno no ha dejado de nombrarlo”.
El contexto internacional, los procesos judiciales y la oposición también mantuvieron en boga al expresidente.