Quito, 12 jul (La Calle).- La defensa de Elizabeth Otavalo, madre de María Belén Bernal, apelaron a la sentencia dictada al exteniente de policía Germán Cáceres y Alfonso Camacho implicados en el femicidio de su hija. El oficio fue presentado el 12 de julio.
Otavalo señaló que es responsabilidad de la Fiscalía General del Estado (FGE) agotar todas las instancias judiciales para que la impunidad no apremie en el país. Recalcó que hasta el momento no existe una sentencia para la Escuela Superior de Policía donde fue asesinada María Belén.
También solicitó peritos para que investiguen el caso y den con todos los responsables. Desde el inicio del caso, la madre de la Bernal aseguró que existiría un espíritu de cuerpo que impide dar con todos los involucrados en este femicidio.
La postura de los abogados de Camacho
Gladys Terán, abogada del policía, mencionó que confían en que la Fiscalía no dará paso a la apelación. Aseguró que su defendido no habría cometido omisión dolosa, por lo que su “inocencia” es clara.
De la misma manera, la madre de Camacho, Juddy Vizcarra, comentó -a través de un video en redes sociales- que supuestamente pretenderían cambiar a la fiscal que lleva el caso por no concordar con dicha apelación.
La sentencia
El Tribunal de Justicia sentenció a 34 años y ocho meses de prisión a Cáceres, pues fue identificado como el autor directo del femicidio. En audiencias anteriores, el implicado se haría declarado como el responsable del acto, posterior a eso se acogió al derecho de silencio. Sin embargo, la entidad declaró inocente a Camacho.
El proceso judicial
El juicio empezó el 15 de mayo, después de la extradición de Cáceres desde Colombia, lugar al que escapó. Durante este período de tiempo, acudieron varios testigos y se expusieron las pruebas de cargo.
En enero 2023, Cáceres admitió que asesinó a Bernal. Sin embargo, su nueva defensa, el abogado Sebastián Espinosa, aseguró que su cliente “no es autor confeso”.
La muerte de María Belén
La abogada María Belén Bernal desapareció el 11 de septiembre de 2022 en la Escuela Superior de Policía General Alberto Enríquez Gallo, en Pusuquí, al norte de Quito. Su cuerpo sin vida fue encontrado diez días después, en el cerro Casitagua, a unos cuatro kilómetros de distancia de la escuela de formación policial. (N.J.C)