Quito, 22 abr (La Calle).- A sus 77 años, luego de padecer una grave enfermedad diagnosticada el año pasado y que lo alejó de los escenarios hace algunos meses, falleció Marcos Mundstok, la voz legendaria del grupo de instrumentos informales, Les Luthiers.
No vamos a entrar en detalle de su muerte. Seguramente a Marcos le hubiese gustado que se lo recuerde con risas, humor, canciones y poesía. Precisamente, empezamos desde su última presentación, en 2019, cuando se realizó en Córdoba el Congreso Internacional de la Lengua Española. Uno de los invitados a dar su aporte fue Marcos Mundstock, quien lo hizo con su particular ironía y juego de palabras.
En el segmento denominado “Libros de Autoayuda”, Mundstock pidió a la institución que regula la lengua española que supervise la proliferación de libros de autoayuda, de los que destaca sus cualidades sustentables, haciendo una analogía con los sistemas de propulsión alternativos.
Es mejor escucharlo que explicarlo. Seguramente usted, distinguido lector, lo entenderá.
Recordamos a Marcos, también por su fabulosa voz de tenor. Los tonos más graves se proyectaban al público e, incluso él mismo, lo presumía con humor. Lo apreciamos en canciones como “La Hija de Escipión” o “Muerte y Despedida de Dior Brotan”.
También fue un locutor y narrador de primera, con monólogos o “biólogos” entre él y su amigo (que lo estará acompañando en el infinito) Daniel Rabinovich. Mundstock dio todo su contingente humorístico, con la seriedad que amerita el caso, en todas sus presentaciones. A continuación disfruten de su discurso en la premación Princesa de Asturias.
Les Luthiers nos ha dado un sinnumero de alegrías. Sin duda los zapatos de los personajes originales serán imposibles de llenar, su talento difícil de igualar y, quizá el reto más grande para sus sucesores, el contenido difícil de superar.
Hasta siempre Marcos, empieza una nueva senda musical de instrumentos informales y humor en el infinito con Daniel Ravinovich y Gerardo Masana.