Quito, 2 feb (La Calle).- Tras el deslave ocurrido la tarde del lunes en La Gasca se ha empezado a hablar de los factores que influyeron en la tragedia. Quito, al estar construido a los alrededores del Pichincha, corre peligros similares de manera recurrente en diversos sectores de la capital como Cotocollao y el Sur.
Fernando Carrión, arquitecto, señaló que existe una conjunción de cosas en las laderas del Pichincha que provocaron la catástrofe. “El Pichincha cuenta con dos desagües naturales que debido a la urbanización han sido taponados y rellenados para la construcción. Además, el proceso de urbanización lleva consigo la eliminación de la flora natural, por tanto, el agua deja de evacuar de manera natural.”
Así también, señaló que Quito cuenta con los proyectos “Laderas del Pichincha” y “Plan lluvia y fuego” y cuenta con recursos de la tasa de seguridad. Recursos que no se han usado y que ha dado como resultado el deslave de Osorio y el aluvión de La Gasca.
Otro factor de influencia es que el Pichincha no cuenta con bosques como tal, sino con flora que poco a poco ha desaparecido debido a la urbanización de la ciudad, recalcó.
Respecto al cenizario Urkupamba
Carrión dijo que es un tema en el que se debe ser cauto y en el que hay que realizar una investigación profunda. Se trata de un proyecto que afecta al origen natural del ecosistema y la flora del Pichincha, por tanto, es extraño que la empresa indique que el proyecto tiene permisos del Ministerio del Ambiente, Bomberos y Municipio de Quito.
Vecinos del lugar han expresado su descontento con la construcción del cenizario Urkupamba y durante la administración del exalcalde Jorge Yunda se rechazó el permiso de funcionamiento. Sin embargo, en la administración actual de Santiago Guarderas se lo concedió.
Además, el martes se emitió un comunicado en el que señalan que “se comprobó que no existe deforestación en el área.” No obstante en redes existen vídeos que señalan que si existe deforestación en el lugar.
Enlace al vídeo: https://vm.tiktok.com/ZMLNcjesx/