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Municipio de Quito explica que aluvión en La Gasca es un fenómeno de “origen natural”

Quito, 01 feb (La Calle).- El gerente General de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento de Quito (Epmaps), Othón Zevallos, señaló que el aluvión ocurrido el pasado lunes 31 de enero en La Gasca responde a un evento “esencialmente de origen natural”.

Así lo informó a través de Twitter la institución encargada de la gestión integral del agua en el Distrito Metropolitano de Quito (DMQ).

La explicación de Epmaps

La entidad metropolitana indicó que la acumulación de lluvias causó la sobresaturación del suelo en las laderas. Esto generó un deslizamiento y provocó el aluvión en La Gasca, al norte de la capital.

Además, subrayó que las lluvias de días anteriores también influyeron en la tragedia. Según explicó, se registró un volumen de 20 mil metros cúbicos para un embalse con capacidad de 4.500 metros cúbicos. Esto significa cuatro veces más la capacidad de soporte.   

Todo esto taponó una de las torres de captación y se produjo el desfogue a través de la quebrada El Tejado.

Sobre las torres de captación

Epmaps enfatizó que desde los años de 1990 se construyeron infraestructuras, diques, embalses y torres de captación para conducir el agua a los colectores y proteger estas zonas. Existen un total de 30 diques en todas las quebradas que atraviesan el norte y bajan desde el Pichincha.

“Estas captaciones han protegido a la ciudad a lo largo de estos eventos que han podido ser controlados. La estructura de la quebrada El Tejado, el embalse y la torre de captación, estuvieron totalmente limpios y operativos desde diciembre”, mencionó la autoridad.

Finalmente, expresó que todas las quebradas son monitoreadas de forma permanente por un departamento especializado en el control de laderas y estructuras de captación.

Lo que se sabe hasta el momento

Según los últimos reportes, el número de personas afectadas tras el aluvión en La Gasca registra a 24 fallecidos, 12 desaparecidos y 48 heridos.

Por el momento, las calles y locales de la zona se encuentran cerrados. Apenas circulan pocos vehículos, dado a que las vías están llenas de lodo y de pérdidas materiales y humanas. Es así, que un contingente de personas y miembros de la fuerza pública continúan realizando trabajos de reparación y en búsqueda de personas u objetos damnificados. Esto con el objetivo de prevenir nuevos incidentes causados por las condiciones climáticas.