Quito, 26 dic (La Calle).- Un trabajo periodístico de la cadena BBC señala que El Salvador es el único país de Latinoamérica y, según la ONU, posiblemente del mundo, que tipifica el suicidio feminicida como un delito, sancionable con cinco a siete años de prisión.
Según reseña el medio, el concepto jurídico ha sido elogiado por organizaciones y expertos de la región, que señalan al país centroamericano como un ejemplo de progreso en la creación de leyes con enfoque de género.
«El suicidio por inducción o ayuda existe en muchas legislaciones, pero hasta donde he visto solamente (la ley salvadoreña) determina el suicidio como posible efecto del abuso de poder crónico basado en motivos de odio o menosprecio a la condición de mujer», sostuvo para la BBC Mundo, Silvia Juárez, representante de la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (Ormusa), que apoyó al gobierno en la elaboración de la ley.
Suicidio feminicida por inducción o ayuda
El suicidio feminicida está incorporado en una ley integral de protección a la mujer vigente desde 2012, creada como una respuesta gubernamental ante la crisis de feminicidios (asesinatos a mujeres por motivos de menosprecio y odio) que asola al país.
El artículo 48 de la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres (LEIV) señala que quien indujere a una mujer al suicidio o le prestare ayuda para cometerlo, valiéndose de cualquiera de las siguientes circunstancias, será sancionado con prisión de cinco a siete años:
a) Que le preceda cualquiera de los tipos o modalidades de violencia contemplados en la presente ley o en cualquier otra ley.
b) Que el denunciado se haya aprovechado de cualquier situación de riesgo o condición física o psíquica en que se encontrare la víctima, por haberse ejercido contra ésta, cualquiera de los tipos o modalidades de violencia contemplados en la presente ó en cualquier otra ley.
c) Que el inductor se haya aprovechado de la superioridad generada por las relaciones preexistentes o existentes entre él y la víctima.
El Salvador ha figurado en los últimos años como uno de los países con las tasas más elevadas de feminicidios del mundo.
Comparada con Latinoamérica, España y el Caribe, la nación más pequeña de Centroamérica encabeza el índice, con 13,5 feminicidios por cada 100.000 habitantes, en 2017 (en un país con una población de poco más de 6 millones).
Sin embargo, pese a la existencia del marco jurídico que penaliza el suicidio feminicida, solo un hombre ha sido acusado de este delito.
La explicación se encuentra, según dice la fiscal Sagastume a BBC Mundo, en que los suicidios de mujeres no se estaban investigando como posibles suicidios feminicidas hasta el fallecimiento de la agente Irma Julia Gracia.
¿Cuál es el caso de Irma Julia Gracia?
La agente de policía salvadoreña Irma Julia Gracia de Leonor se suicidó en su casa el 19 de diciembre de 2017.
Casi un año después, la abogada Ana Graciela Sagastume aseguró tener pruebas que evidencian que Gracia sufría de constantes abusos psicológicos y sexuales por parte de su marido, el subinspector de la Policía Nacional Civil (PNC), Héctor Leonor García, con el que llevaba casada 19 años.
La abogada obtuvo la orden de un juez para incautar el celular de Gracia.
Encontró audios de su esposo en los que la amenazaba con dispararle «50 balazos» y le pedía «desaparecer» de su vida.
También encontró un expediente de asistencia psicológica de 2016 que mostraba que Gracia había tenido un problema de violencia familiar con él.
Estos hallazgos hicieron que ocurriera algo nunca antes visto en el país: que la fiscalía acusara a una persona de suicidio feminicida, es decir, de inducir a su pareja a matarse.