¿Qué posición van a tomar hoy frente al primer debate de la ley para garantizar al derecho a la interrupción del embarazo en caso de violación?
Voy a dar mi punto de vista. Considero que la ley ya existe tras la decisión tomada por la Corte Constitucional. Sin embargo, no hemos discutido aún este tema como bloque: que cada quien deberá votar de acuerdo a sus criterios. Somos un partido nacional, pero cabe reconocer que en las provincias se manejan ciertas visiones, llamémosle regresivas o más claramente hasta “curuchupas”. De allí la dificultad de levantar un criterio único. Otros bloques hasta conversaron con expertos, sin embargo, al final tomaron la misma decisión de nosotros.
El sociólogo Marco Paladines afirmó que existe un “lado diestro de PK”, ¿qué opina usted?
Eso es lo que pasa. Lo que ocurre es que esto es ahora público. Ya lo manifestó Leonidas Iza, presidente de la Conaie, al respecto. En estos últimos meses, se ha visto una votación inclinada en favor del Gobierno. Somos pocos los que nos mantenemos en la posición original del movimiento.
¿Los que votan con el Gobierno con quién están conversando?
Eso debería preguntárselo a ellos. No lo sé, no lo sabemos. Eso sí nos gustaría tener las cosas claras. En un principio se hablaba de acuerdos para la Presidencia de la Asamblea Nacional y nada más. Jamás nos dejaron en claro si existía algo más. Entendíamos que Pachakutik era la tercera vía, más allá del correísmo o del lasismo. Sin embargo, en los últimos meses, se ha votado por las medidas neoliberales.
¿No le parece que es un buen momento de integrar al progresismo?
Nos han sembrado el miedo al correísmo. Nos han querido hacer pensar que en el correísmo todos son corruptos, que son todos prepotentes, cuando no es así.
¿Cómo se siente usted?
Incomoda. He llamado al jefe de bancada para que llame a la unidad, pero siempre está a la defensiva. Esperamos que aprovechando estas navidades, la situación se modifique. Ojalá el jefe de bancada se reúna con el consejo político y se llegue a una decisión. No queremos sanciones, sino llamar a la conciencia.
