Quito, 2 oct, (la Calle).- La crónica de un diálogo eternamente aplazado parece al fin terminar. Este lunes a partir de las 11:00 de la mañana, el Gobierno y la Conaie se sentarán en una sala de Carondelet, para empezar a ventilar sus diferencias.
Ambos buscan presentar esta cita como como “una reunión de trabajo”, un término que busca bajar la tensión frente a las condiciones previas.
La Conaie, a través de su presidente Leonidas Iza, insiste en sus puntos:
-Diálogo amplio
-Presencia de delegados de todo el Parlamento de los Pueblos
-Presencia también de los medios de comunicación.
Por lo pronto, se conoce que solo una de las tres condiciones se han aceptado, (el diálogo amplio), para el segundo punto que es la presencia de delegados de todo el Parlamento de los Pueblos, la Conaie encontró una salida: convocó a sus simpatizantes a una vigilia en el Parque del Arbolito desde las 09h00.
Sobre el tercer punto, se podría encontrar, también alguna solución.
El verdadero escollo para el diálogo
La agenda de los participantes es, sin duda, el problema mayor. La Conaie plantea un cambio profundo en las políticas económicas y tributarias como se expresa en el Mandato de la Conaie entregado al Ejecutivo, que se sintetizan en dejar atrás la flotabilidad de los precios de los derivados del petróleo y que se plantee una salir a los créditos vencidos o postergados del sector indígena con diversas cooperativas agrícolas.
Estos temas, préstamos y costos de los derivados (diésel y gasolina) están en manos de las partes y, por lo visto, la oportunidad de un acuerdo todavía se ve lejana.
En cambio, la posibilidad de nuevas protestas ronda todo el ambiente, sobre todo a partir de que este mes se recuerdan dos años de las expresiones sociales de rechazo en contra del gobierno de Lenín Moreno.